Los carteles llenos de pintadas que anuncian que entras en Pozuelo
Pocas cosas producen tan mal efecto como la primera impresión. Como algunos carteles que te encuentras en las vías de acceso a Pozuelo, que informan de que estás entrando en esta gran ciudad.
Digo gran ciudad por el régimen de organización que tenemos en el municipio. No por otra cosa. Porque cuando accedes, por ejemplo, desde Aravaca, por la Avenida de Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo, se muestra un cartel que da la bienvenida al viajero. Eso sí: cochambroso, lleno de pintadas.
¿Tanto cuesta a este ayuntamiento estar pendiente de estos detalles pequeños? ¿Qué hay de la brigada antigrafiti que he propuesto varias veces? ¿No cree, señora alcaldesa, que sería una buena idea tener a una cuadrilla de operarios dedicados exclusivamente a limpiar las pintadas de los amantes del feísmo y de lo ajeno? ¿Y no se podría incluir en este servicio -pagando, claro- la posibilidad de que los comercios pudieran pedir su ayuda para limpiar esas horrendas pintadas?
A lo que iba: cuando entras en Pozuelo lo primero que ves no pueden ser pintadas en el cartel que te da la bienvenida, como si estuviéramos en el Bronx. Como si hubiera bandas marcando su territorio.
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