Esta es la enfermedad canina potencialmente mortal
No hay nada que nos asuste más cuando tenemos mascota que se infecten con parásitos.
Lo cierto es que como cualquier otro ser vivo, nuestros perros pueden enfrentarse a diferentes parásitos causantes de infecciones y enfermedades, algunos son fácilmente tratables. No obstante, hay otros que suponen un peligro mortal, como el caso de la babesia en perros.
Qué es la babesiosis
La babesia canis es un parásito microscópico. Es más, es un parásito que afecta a las garrapatas. Cuando una de estas garrapatas está infectada por este parásito microscópico también se alimenta de la sangre de nuestros perros. El problema viene cuando la babesia infecta, además, a nuestro perro con una enfermedad muy grave que se llama babesiosis.
La babesiosis, también conocida como piroplasmosis, es una patología parasitaria severa que se transmite, por tanto, con las picaduras de las garrapatas infectadas. Puede afectar a cualquier perro, independientemente de la edad o raza. No obstante, es más frecuente en los animales que no cuentan con medicina preventiva. El mayor problema es que si esta patología no se trata rápidamente, puede ocasionar daños completamente irreversibles e incluso llegar a ser mortal.
Cuáles son los síntomas de la babesiosis
El periodo de incubación tras estar expuesto a la picadura de una garrapata infectada es de 2 a 4 semanas. No obstante, los síntomas de la patología pueden no ser perceptibles hasta los 2 meses.
Nos encontramos con un cuadro poco específico que podría coincidir con muchos otros. Perros con fiebre, con pérdida de apetito y con un cansancio más que evidente. No obstante, tras 24 horas, normalmente los perros que han desarrollado estos primeros síntomas, experimentan un decaimiento de su cuadro de salud.
Hay que señalar que según los veterinarios, vamos a encontrarnos con 3 cuadros clínicos en esta patología: hiperagudo, agudo y crónico.
Babesiosis aguda
Es el cuadro más frecuente. En estos casos, se observa la destrucción de los glóbulos rojos, provocando una anemia bastante importante. Así, el perro padecerá fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos (aumento del tamaño), así como aumento del tamaño del bazo. Además, también se podría observar cierta ictericia o presencia de sangre en la orina.
Babesiosis hiperaguda
Es un cuadro clínico más severo. La tasa de letalidad es bastante alta, por lo que una respuesta rápida es esencial. Esta fase se puede observar en perros llenos de garrapatas o cachorros.
Podemos encontrarnos con síntomas como los anteriores a los que se suma un shock, deficiencia de oxigenación en los tejidos y lesiones en la red vascular.
Babesiosis crónica
Es un cuadro poco habitual, pero esto no significa que exista. Además, hay que señalar que muchos perros con babesiosis crónica son asintomáticos. No obstante, esta enfermedad, cuando es crónica, suele tener síntomas como fiebre intermitente, pérdida de peso, anemia, vómitos y diarrea, daños neurológicos, alteración en la visión y acumulación de líquidos en el abdomen.
Sea como sea, si notamos que nuestras mascotas cuentan con alguno de estos síntomas, lo esencial es ponernos en manos de un veterinario para que pueda diagnosticar correctamente y comenzar con un tratamiento.
La mejor arma: la prevención
Es importante saber que existe una vacuna contra la piroplasmosis y, por tanto, una vacuna que genera inmunidad frente a este parásito.
La vacuna en cuestión ofrece una inmunidad de un mínimo de seis meses.
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