Desvelado el misterio por el que la alcaldesa Quislant se cargó el humedal del Parque Forestal
Por fin hemos conocido el motivo que llevó a la alcaldesa a abandonar el humedal tan bonito y cuidado que había en el Parque Forestal Adolfo Suárez.
Igual que hace 10 años la alcaldesa Adrados -a quien deseo una pronta mejoría- recuperó unas lagunas de una superficie de 7.000 metros cuadrados, con un observatorio para aves incluido, hoy no encontramos más que un secarral. Donde recalaban los champullines chicos y las garzas reales ahora impera tierra cuarteada que bien refleja el estado actual de un gobierno municipal saliente y a la deriva.
Toda esta dejadez tenía a los vecinos de Pozuelo desconcertados. ¿Cómo era posible que una laguna artificial tan bonita, un parque forestal destinado a ser la joya de la corona, pasara en una década a ser un terrenito más de Pozuelo?
La respuesta la hemos encontrado hoy, en una entrevista / masaje / cuestionario que la alcaldesa Quislant ha concedido a La Razón, que nos ha costado 32.000 euros de publicidad en la legislatura. Para que la señora nos cuente cosas tan importantes como el principal rasgo de su carácter, cuántos perros tiene, su principal defecto y chuminadas de ese estilo, así hasta 30 cuestiones gilipollescas.
Y es que, ante la pregunta sobre qué pájaro prefiere, la alcaldesa ha dado una respuesta que es clave para saber por qué su gobierno ha abandonado el humedal donde recalaban estos bichos: “Me encantan los animales, pero los pájaros me dan como grima”.
Otro capítulo más de las veleidades de Susana Pérez Quislant. Menos mal que no le han dado grima las farolas, porque hubiera dejado Pozuelo en tinieblas, porque ella lo vale.
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