Trabajadores municipales de Pozuelo envían a la alcaldesa saliente unos mariachis para cantarle “rata de dos patas”
La alcaldesa en funciones de Pozuelo, Susana Pérez Quislant, ha recibido hoy una visita muy especial. Un grupo de mariachis le han hecho una feroz crítica con sus canciones, mientras se dirigían cantando desde la Plaza del Ayuntamiento a las ventanas del despacho de la alcaldesa. En ese momento Quislant estaba ofreciendo un vino español de despedida solamente a los concejales de la oposición, que estaban en su despacho.
Aunque el primer tema interpretado -Cielito Lindo- parecía destilar cariño y nostalgia por la alcaldesa saliente, lo cierto es que no hubo tiempo para lágrimas. A partir del segundo tema los mariachis le dedicaron canciones que podrían considerarse como tremendamente críticas contra su gestión.
Temas hilarantes como "Se va el caimán", "Canta y no llores", "Adiós con el corazón", "Llorar y llorar" hicieron disfrutar durante 15 minutos a los trabajadores municipales asomados a las ventanas del edificio consistorial y a los estudiantes de la cercana Biblioteca Miguel de Cervantes que en ese momento estaban preparando sus últimos exámenes.
Pero el culmen de la actuación se dio con la canción que interpretaron que lleva por título “Rata de dos patas”, inspirada en un político mexicano, que contiene calificativos como animal rastrero, espectro del infierno, maldita sanguijuela, culebra ponzoñosa, maldita cucaracha o hiena del infierno.
Las personas que estaban situadas en las terrazas de los bares de la plaza decían encontrarse en un ambiente que les transportaba a sus lugares de veraneo.
Los concejales de la oposición, pegados a la ventana del despacho de la alcaldesa, no salían de su asombro ante una despedida bien merecida, como ha declarado por whatsapp alguno de ellos a este diario.
Pero lo más sorprendente de semejante espectáculo es que, según ha podido saber Diario de Pozuelo de fuentes bien informadas, la actuación ha sido encargada por los propios trabajadores municipales hartos de la gestión de Susana Pérez Quislant, y de su primer teniente de alcalde, Eduardo Oria, “nefasta”, según algunos. Querían así dejar constancia a Isabel Díaz Ayuso -que se lleva a la alcaldesa saliente a la Asamblea de Madrid- y a Paloma Tejero, la que seguramente será la nueva alcaldesa a partir de este sábado, de que no se puede gobernar a espaldas de los trabajadores, con la actitud de desprecio, ninguneo y despotismo con que afirman haberse sentido tratados por Susana Pérez Quislant. “Una despedida a la medida de sus ocho años de desgobierno”, afirmaron.
Escribir un comentario