En biquini

Hoy vuelvo al Ayuntamiento de Pozuelo. Los periodistas seguimos siendo los mala sombra de siempre, así que muchas veces nos reciben en los sitios exactamente como nos merecemos. Trataré, al menos, de ser educado, así que echo mano de Clarasó. Ya saben: «Uno de los grandes secretos para el trato cortés consiste, para los inteligentes, en fingir menos inteligencia de la que se tiene, y para los tontos, fingir más. Ambas cosas son harto difíciles». No se alarmen, yo soy de los segundos.

Haré fotos. Si me dejan. Lo digo por la concejala de Cultura, África Sánchez, a quienes mis compañeros de Diario de Pozuelo criticaron con exagerada dureza por tratar de impedir en un pleno municipal que le hicieran fotografías. Pero estoy totalmente en desacuerdo. Decir, como dijeron, que a África Sánchez no le gusta que le hagan fotos y que, por consiguiente, está en contra de la libertad de expresión es una pasada. Pero es que además es falso. ¿Cómo que no le gustan las fotos? Le encantan. ¿No me creen? Pues entren en su facebook. Verán fotos hasta en biquini. Le pediré, pues, perdón en nombre de mis compañeros. Ellos nunca lo harán. A los periodistas no nos gusta rectificar y sólo lo hacemos por imperativo legal. Y no siempre.

Intentaré aprovechar la visita para que me explique algunas cosas serias. Por ejemplo, la polémica suscitada en torno a la nueva Escuela Municipal de Música y Danza, un centro que va a ser la envidia de todo Madrid y que aquí, hasta el momento, lo único que ha conseguido son manifestaciones en la calle en su contra. Es el mundo al revés. Deduzco entonces que alguien no está explicando bien las cosas. Así que le recomiendo a la señora concejala que vaya utilizando la táctica habitual de defensa en estos casos, que consiste básicamente en echarle la culpa a otro. Primero, a otro concejal. Y segundo, al mensajero. O al revés. Suele funcionar. Pero eso seguro que ya se le ha ocurrido a ella.

En fin, esto es todo por hoy. Como dicen en las películas de submarinos: ‘Abajo periscopio, silencio máquinas’. 

Este diario no asume como propias las opiniones difundidas a través de las colaboraciones y cartas al director que publica