Oria enterró el árbol monumento al despilfarro en Pozuelo
Bien por Eduardo Oria. El Quercus Palustris belga ya está enterrado. Ocurrió este verano sin ruido, recordando la quietud del cementerio. Ya había muerto hacía tiempo, pero el concejal Oria se empeñaba en mantenerlo allí, seco, pelado. Como si alguien quisiera detener el tiempo en la época de Jesús Sepúlveda y Yolanda Estrada.
Yo lo pedí con fuerza el pasado 28 de junio. Y he de reconocer que Eduardo Oria me hizo caso, por una vez, porque, antes de que se cumpliera un mes de mi súplica, el árbol del despilfarro de 104.000 euros ya estaba arrancado.
Me parece bien que hicieran desaparecer el árbol sin ningún comunicado, sin cacarearlo. Al fin y al cabo es un episodio de la historia de Pozuelo que conviene olvidar.
Y pensar que Yolanda Estrada quiere ahora asomar la cabeza y se presenta a las primarias para dirigir el PP de Pozuelo. Menos mal que la gente conserva la memoria, aunque se entierren los árboles muertos.
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