Una rotonda a Antoñito el Quiosquero. ¿Para cuándo a Yolanda Estrada?
El gobierno de Pozuelo ha descubierto la gallina de los huevos de oro. O el rey Midas de las rotondas. Susana Pérez Quislant ha visto que puede transformar las rotondas de Pozuelo de Alarcón en homenajes a un montón de personajes que han sido y son relevantes para el municipio. Por lo menos conocidos, y reconocidos por muchos pozueleros.
Es el caso de Antoñito el Quiosquero. Conocidísimo en la Estación. Reconocido hasta por el difunto Forges. Pues bien, la semana pasada el gobierno de Quislant ha decidido dar su nombre a una rotonda. O glorieta, que nunca he sabido distinguirlas muy bien.
El caso es que esta técnica del bautismo glorietero es todo un filón. Y Quislant lo ha descubierto. Hace poco le dedicó otra glorieta al periodista Martín Ferrand. Yo seguiría por esa línea. Con la cantidad de rotondas que hay en Pozuelo, seguro que alguna me toca. Lo estoy viendo: “Rotonda del Avispa”, qué guay.
Voy a sugerir a la redacción de DIARIO DE POZUELO que realice una encuesta entre sus lectores para que se animen a proponer candidatos a tener su propia rotonda. Hay muchos que merecen ser inmortalizados de este modo. Buena manera de afianzar las raíces del municipio. Los cimientos de un pueblo son las personas que lo han hecho grande.
Es más, me estoy viniendo arriba: acabo de crear una nueva sección en mi columna. Se llama “Una rotonda para...” Y ya tengo mi primera propuesta: Yolanda Estrada. Mañana te la cuento. Circulen, por favor.
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