Ojos de Brujo hizo gala de su música comprometida para una noche de verano
Tras una tarde de tormentas, la lluvia respetó a un público que miró al cielo hasta el último momento, temiendo que se suspendiera el concierto. Finalmente no fue así y Ojos de Brujo cantó canciones de sus tres álbumes: Vengué («Duende» en lengua gitana), Barí («Joya») y Techarí («Libre»). Uno de los momentos de mayor conexión entre el grupo y su publico fue cuando cantaron «Ná en la nevera», tema que abrió la carrera musical de Ojos de Brujo en 1999.
El grupo combinó el cante y baile flamenco con más hip-hop que en otras ocasiones, mucha percusión y una exhibición de cómo la voz puede ser un instrumento más. Los nueve miembros supieron darlo todo para un público al que le costó entrar en calor pero que acabó bailando y cantando unas letras muy comprometidas.
Tras dos horas de concierto, Marina, vocalista del grupo, cantó a capela un poema gitano que vino seguido de una auténtica fiesta en el escenario, para la que invitaron a dos miembros del grupo mestizo Canteca de Macao que se hallaban entre el público.
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