El PSOE denuncia que hay 2.200 viviendas vacías y propone gravar los impuestos a sus propietarios

El Grupo Municipal Popular ha rechazado la enmienda a las Ordenanzas Fiscales presentada por el PSOE para gravar las viviendas no habitadas del municipio, que ascienden a 2.210. El objetivo de esta proposición es la de liberar esas casas para que salgan al mercado y que nadie pueda especular con ellas.

Los socialistas denuncian que en nuestro municipio existen 2.210 viviendas vacías, lo que supone el 8,3% del total de las residencias censadas en Pozuelo. Hace dos semanas más de 3.100 jóvenes se quedaron a las puertas de obtener una vivienda de protección oficial en el sorteo celebrado en el Polideportivo El Torreón, ya que se sortearon 33 pisos. Al término del mismo, los asistentes protestaron enérgicamente por el insuficiente número de viviendas sorteadas.

Eva Izquierdo, candidata del PSOE a la alcaldía y actual portavoz, se muestra contrariada por el rechazo de la propuesta y añade que «se descuidan las necesidades de vivienda de los contribuyentes favoreciendo a los especuladores». Se apoya en la contrastación de los últimos tres recibos del IBI para confirmar la subida «tan espectacular que ha experimentado este impuesto desde que Jesús Sepúlveda es alcalde».

«La propuesta no se ha rechazado»

El concejal de Urbanismo, Vivienda y Obras, Gonzalo Aguado, afirma que el Grupo Municipal Popular «ni se ha opuesto a la enmienda, ni la ha rechazado. Simplemente vamos a comprobar la viabilidad de la propuesta, pero a priori puedo afirmar que crear un censo de viviendas privadas vacías es una ardua tarea». Por ley, una vivienda se considera vacía cuando permanece en ese estado más de seis meses y «tener controladas todas aquellas viviendas privadas que llevan vacías más de seis meses es una labor de vigilancia que no beneficiaría al propietario», apuntó Aguado.

Por su parte el concejal de Economía y Hacienda, Roberto Fernández, asegura que «con esta propuesta se está coartando la libertad del ciudadano, que posee unos derechos y deberes» concluye Fernández.