Ara Malikian y Grace Nikae apasionan al público

En la tarde del 14 de diciembre los pozueleros tuvieron la oportunidad de escuchar en la Casa de Cultura al violinista Ara Malikian y a la pianista Grace Nikae a dúo. Este concierto se conviertió en el segundo que ofrece el ciclo ‘Clásicos en el Salón’, en el que se interpretaron obras de Brahms, Sarasate, Ravel, Debussy, Milhaud y Paganini.

Este evento presentó una de las que mejores acogidas de este recinto, según declaró el personal de la Casa de Cultura. Cinco minutos antes de comenzar el concierto se habían vendido el 83% de las entradas y seguía llegando público, muchos de ellos atraídos por la gran trayectoria de ambos artistas.

Malikian posee numerosos premios internacionales y ha colaborado en varias bandas sonoras como en las películas ‘Hable con ella’ y ‘Los lunes al Sol’. Por su parte, Grace Nikae, también con una larga trayectoria internacional que le ha llevado a actuar en escenarios de Norteamérica, Europa y Asia; aportó su virtuosidad con el piano.  

Repertorio del siglo XIX y XX
En el recital se pudieron escuchar obras de compositores del siglo XIX y XX. En la primera parte se ofrecieron obras de dos escuelas muy diferentes. Se abrió con la 'Tercera Sonata' para violín y piano de J. Brahms y se continuó con la Fantasía sobre un tema de ‘Carmen’ de Pablo Sarasate, compositor español reconocido mundialmente como un gran virtuoso.

Ya en la segunda parte, la programación incluía otra sonata, en esta ocasión de Ravel, que se inspiraba en los muñecos mecánicos, muy de moda en la época en la que el compositor francés creó dicha sonata. Grace Nikae se lució con la obra 'L’isle' para piano de Debussy, la cual interpretó en solitario.

Composición para una película de Chaplin
La última obra programada, de Milhaud, mezclaba dos tipos de armonías. ‘El buey sobre el tejado’ para violín y piano fue un encargo de Charles Chaplin a este compositor para una de sus películas. Pero con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, el largometraje nunca se llegó a estrenar, por lo que la pieza se lanzó únicamente como obra musical.

Para cerrar el recial, los dos artistas escogieron una obra de Paganini, la única de este compositor que empieza y termina de forma lenta. No hay arpegios ni otros recursos que impriman rapidez a la pieza. 

No sólo tuvo una gran acogida en número de entradas vendidas, también con vítores y un caluroso aplauso que puso al público en pie. Sobretodo este reconocimiento recayó en Ara Malikian, que entusiasmó al público con su personal forma de tocar, que imprime entusiasmo y sentimiento en cada nota.