Claves de la escuela eficiente
Igual que hay pacientes que van al médico de la Seguridad Social para obtener una receta, cuando se trata de mejorar la educación políticos y sindicatos recurren a la receta fácil de pedir un aumento del gasto. Pero antes de gastar más, hay que evaluar si se puede sacar más partido al gasto actual. Un estudio comparativo entre los países de la OCDE sobre la eficiencia en la enseñanza primaria y secundaria, encuentra que hay grandes diferencias entre países y que, aun sin aumentar el gasto, puede haber mejoras sustanciales.
.El tema de la eficiencia de la escuela se trata en uno de los capítulos del informe1 de la OCDE Going for Growth 2008, como uno de los factores que influyen en el crecimiento económico.
Otra faceta de la libre elección es que el usuario pueda tener informaciones comparativas sobre los resultados de las escuelas. Esta evaluación comparativa, dice el informe, “puede contribuir a definir las mejores prácticas y, cuando va unida a la libertad de elección de los usuarios, puede aumentar la presión competitiva y mejorar así la oferta de servicios”. Algunos países –Gran Bretaña, Holanda, Islandia, Hungría– ofrecen toda una batería de indicadores sobre los resultados de las escuelas, mientras que en España la evaluación comparativa apenas se practica. Algo se ha intentado hacer en la Comunidad de Madrid, con las protestas de los sindicatos de profesores de la enseñanza pública.
El informe destaca las ventajas de un marco más competitivo en la enseñanza. Pero advierte que para que la mayor libertad de elección de los usuarios no agrave las distancias entre las escuelas más demandadas y las otras, habría que prever mecanismos de ayuda a los centros con mayores dificultades. Más margen de autonomía a la direcciónOtro factor que contribuye a mejorar la eficiencia es elaborar presupuestos dirigidos a obtener resultados específicos, en lugar de centrarse solo en objetivos financieros. Esta estrategia exige establecer unos objetivos claros y poner en práctica un sistema fiable de recompensas y de penalizaciones.Con objetivos bien definidos e incitaciones a realizarlos, habría que reconocer a la escuela una amplia autonomía de gestión, dice el informe. La autonomía de gestión comprende especialmente el margen de maniobra reconocido a los directores de centros para gestionar los recursos humanos, fijar los salarios, repartir el presupuesto, definir los métodos pedagógicos y subcontratar ciertas actividades.Todo esto puede parecer revolucionario para las rutinas de la escuela pública, aunque sea lo habitual en la privada. Pero quizá sea la sacudida que necesita el sistema para ganar en eficacia, aun sin gastar más. Los datos empíricos recogidos por la OCDE le permiten afirmar que “los centros escolares donde la dirección tiene más libertad para gestionar los recursos –en particular las decisiones sobre el personal– parecen estar mejor gestionados”. Descentralización y adaptación de los recursos¿La descentralización del sistema educativo favorece la eficiencia? El informe estima que sí, en la medida en que las necesidades educativas pueden variar de una región a otra, y los recursos deben adaptarse a las necesidades. Sin embargo, la descentralización puede provocar un aumento de los costes, si desemboca en una superposición de competencias entre los diferentes niveles de la administración.Otro indicador de la eficiencia es que los recursos estén bien adaptados a las necesidades específicas. En este punto, el informe propugna que en la financiación de los centros escolares se tenga en cuenta las mayores necesidades de las escuelas que deben superar obstáculos especiales, como las dificultades lingüísticas de los alumnos.No se manifiesta a favor, en cambio, del reparto de alumnos por grupos de nivel, aunque esta práctica esté muy difundida en numerosos países de la OCDE, en particular en los anglosajones. El informe mantiene que “los centros donde esta práctica es sistemática y concierne a todas las clases, son menos eficientes que aquellos otros que no aplican este método o que solo lo aplican parcialmente”.El mantenimiento de escuelas con poco alumnado es también ineficiente, aunque a veces se haga para salvaguardar la vida de los pueblos. Si así se decide por motivos políticos, hay que tener en cuenta que esto se hace al precio de una menor eficiencia y de peores resultados escolares. El informe aboga por que un centro escolar alcance al menos la talla del centro medio de una ciudad pequeña de 3.000 a 15.000 habitantes.(1) OCDE, Going for Growth 2008. París (2008) 151 págs. Disponible también en francés.
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