Miles de jóvenes recibirán hoy al Papa
Miles de peregrinos se encuentran ya en la ciudad australiana de Sidney para celebrar junto al Santo Padre las XXIII Jornadas Mundiales de la Juventud. De las 250.000 personas que acuden procedentes de todos los países del orbe, más de 5.000 son jóvenes españoles que han respondido al llamamiento de Benedicto XVI. De ellos, 122 acuden con la parroquia de Santa María de Cana. También el colegio Retamar, de Pozuelo de Alarcón, acude con un grupo de 40 estudiantes de últimos cursos de bachillerato.
A las 15:30 hora local -7:30 hora española-, tendrá lugar en el embarcadero de Barangaroo el recibimiento oficial de los jóvenes al Santo Padre, que llegará en un barco hasta el puerto. Con un clima agradable de unos 20 grados, a pesar del invierno australiano, a orillas de la deslumbrante bahía de Sidney con la brisa del Pacífico, los jóvenes están deseando ver al Papa y así lo manifiestan con sus gritos y cánticos por las calles.
La ciudad de Australia es un hervidero de alegría. Conviven jóvenes de multitud de nacionalidades en un llamativo espíritu de compañerismo, en el que todos intercambian recuerdos, se firman las respectivas mochilas y cuentan las peripecias que han vivido para llegar a su lugar de destino: Sidney.
Los peregrinos duermen en diversos colegios y otras instalaciones públicas repartidas por toda la ciudad, que se caracteriza por ser tremendamente extensa por las numerosas casas unifamiliares, excepto el distrito central, repleto de modernos rascacielos.
Las próximas serán cerca de casa
El domingo, además, el Papa desvelará si Madrid es la próxima sede de la Jornada Mundial de la Juventud. Si bien aún no es oficial, todo apunta a que la capital española será el punto de encuentro de los jóvenes católicos de todo el mundo. El propio portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha señalado en un guiño a los periodistas españoles apostados en Sidney, que los jóvenes españoles tendrán «mucho más simple» participar en la próxima Jornada Mundial de la Juventud. El párroco de Santa María de Caná lo sabe, y alberga la pretensión de subir al escenario central con sus feligreses, y el resto de peregrinos que acuden de la diocesis de Madrid, cuando el Papa confirme que la próxima ciudad elegida para este importante evento de la juventud será Madrid.
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