Detenidos cuatro ladrones de bancos que operaron en Pozuelo
La Policía Nacional ha detenido a cuatro presuntos ladrones de bancos que llegaron a operar en una sucursal de Pozuelo.
Cuatro individuos, de entre 18 y 51 años de edad, ya han pasado a disposición judicial acusados de robar en diversas sucursales bancarias, donde distraían a los trabajadores para sustraer el dinero de sus cajones, además de a clientes a su salida de las mismas, poniendo en práctica los métodos conocidos como ‘la siembra’ o ‘la mancha’. Se les atribuyen tres delitos de hurto y uno de robo con violencia.
Algunos de los crímenes que se les imputan los cometieron en sucursales del término municipal de Pozuelo de Alarcón, además de en Ciudad Real.
La investigación del Grupo I de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid se inició a partir de grabaciones de otros delitos perpetrados en la capital. Los acusados llegaban a rociar a sus víctimas con sustancias inflamables para prenderles fuego y conseguir su dinero, además de utilizar otras prácticas, como seguirles a su salida del cajero hasta el portal de su casa, donde intentaban engañarles y, si no lo conseguían, utilizaban la fuerza para obtenerlo.
Cuatro individuos, de entre 18 y 51 años de edad, ya han pasado a disposición judicial acusados de robar en diversas sucursales bancarias, donde distraían a los trabajadores para sustraer el dinero de sus cajones, además de a clientes a su salida de las mismas, poniendo en práctica los métodos conocidos como ‘la siembra’ o ‘la mancha’. Se les atribuyen tres delitos de hurto y uno de robo con violencia. Algunos de los crímenes que se les imputan los cometieron en sucursales del término municipal de Pozuelo de Alarcón, además de en Ciudad Real.
La investigación del Grupo I de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid se inició a partir de grabaciones de otros delitos perpetrados en la capital. Los acusados llegaban a rociar a sus víctimas con sustancias inflamables para prenderles fuego y conseguir su dinero, además de utilizar otras prácticas, como seguirles a su salida del cajero hasta el portal de su casa, donde intentaban engañarles y, si no lo conseguían, utilizaban la fuerza para obtenerlo.
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