Las fuentes radiactivas robadas no son peligrosas

El pasado lunes, este diario daba a conocer el robo de dos fuentes radiactivas sustraídas de la empresa Aplicaciones Tecnológicas. Aunque en un principio el Consejo de Seguridad Nuclear advertía del peligro de abrir las cajas y manipular las fuentes radiactivas, según ha podido saber Diario de Pozuelo tras ponerse en contacto con Aplicaciones Tecnológicas, las fuentes son tan pequeñas que carecen de riesgo, incluso al ser manipuladas, de hecho, la caja que protege este tipo de fuentes es de cartón porque no necesita mayor seguridad.

Aplicaciones Tecnológicas es una empresa como otra cualquiera, dedicada a la física en medicina, que dispone de las medidas de seguridad comunes, por lo que cuenta con un vallado metálico de seguridad y un sistema de alarma. Las únicas fuentes radiactivas que poseían eran las sustraídas y éstas se encontraban dentro de una caja fuerte, sin ningún tipo de característica especial debido al casi nulo nivel de radiación. Esta caja era igual que las destinadas a guardar el dinero y otros documentos.

Los ladrones consiguieron entrar en el recinto de la empresa rompiendo la valla metálica de seguridad con una radial, pero "a pesar del ruido, no se enteró nadie" según ha declarado José María Rodríguez, gerente de la empresa. Después, los ladrones consiguieron romper dos puertas hasta llegar a la habitación donde se encontraban las fuentes radiactivas. Allí no fueron capaces de arrancar una de las cajas así que la rompieron y dejaron los documentos que había dentro. Lo que sí se llevaron fueron las otras dos cajas fuertes que había en la habitación, "las arrancaron directamente de la pared sin abrirlas", por lo que los ladrones no conocían los objetos que había en su interior, dos fuentes radiactivas en una de las cajas, dinero y documentos en la otra.

Los ladrones conocían la empresa

Según ha destacado el gerente, todo apunta a que los ladrones conocían la empresa e iban a por el dinero porque a parte de las cajas fuertes, "han ido al único cajón de la mesa de la secretaria donde normalmente hay dinero para pagar a los transportistas". "Se las han llevado - las fuentes radiactivas- por error, cuando las abran y vean lo que hay seguramente las tiren. Se la han llevado imaginando que había dinero dentro".

Según ha señalado Rodríguez "son fuentes pequeñísimas" que superan en muy poco el límite 'exento' - límite marcado por el Consejo de Seguridad Nacional para denominar a las sustancias radiactivas o peligrosas-. De hecho, las fuentes sustraídas tienen un nivel de aproximadamente 9 microcudios, nivel aceptado por el Consejo como material exento hasta hace cinco años, lo que quiere decir, que hasta hace cinco años cualquier persona podía tener en su casa, y con total seguridad, un objeto con la misma radiación que las fuentes sustraídas.

No son peligrosas

Las fuentes sustraídas "no tienen riesgo, casi se pueden manipular con las manos, la irradiación es muy baja, casi nada" según afirma Rodríguez. Tanto es así, que vienen protegidas por una "cajita de cartón" a diferencia de otro tipo de fuentes peligrosas que van embaladas en plomo para que la gente no se irradie. "Son tan pequeñas que no necesitan otro tipo de protección", la irradiación que se recibe al hacerse una simple radiografía "es miles de veces superior que estando a un metro de las fuentes robadas durante tres meses". La cantidad radiactiva de estas fuentes sustraídas es tan escasa, que en la Sierra de Madrid se pueden encontrar piedras con mayor radiación, el único riesgo para la salud, según ha declarado el gerente de la empresa, es "comerse la fuente".

El único uso de estas fuentes es para chequear que los equipos que miden la radiación funcionan correctamente. Estas pequeñas fuentes radiactivas se acercan a estos equipos para ver si las detectan, verificando así que funcionan correctamente. Estos equipos, tras comprobar su correcto funcionamiento, sirven para encontrar posibles restos de radiación en los barcos o en los puertos. Las fuentes sustraídas, son tan pequeñas, que no tienen otro uso más que éste.