Lo que queda de la Quedada

La Quedada fue una idea brillante de unos jóvenes pozueleros. El hecho de quedar con los viejos amigos y conocidos para recordar los tiempos de la 'movida pozuelera' y oír y cantar las viejas canciones fue, en su día, un acontecimiento increíble. En aquel tiempo estaban de moda las quedadas por sms: 'Quedamos en Pozuelo en fiestas y nos volvemos a encontrar en la calle Norte. Como en los buenos tiempos. Pásalo'.

Y aquel año, hace ya ocho, los treintañeros de Pozuelo quedaron para verse y se vieron. Y la noche fue mágica entre recuerdos y risas. Inolvidable. Se había creado una red social, en presencia viva, cuando los americanos aún no habían pensado siquiera en crear las redes sociales.

La noche fue tan maravillosa que la gente se quedó con ganas de más. Y al año siguiente se montó de nuevo. Quedamos en Pozuelo en Fiestas. Tuvo mucho éxito de público también pero ya no fue tan mágica. La magia es magia, precisamente, porque no perdura en el tiempo.

Después, viendo el éxito pero no entendiendo nada, intervino el Ayuntamiento. Con ánimo de ayudar, dijo. Pero también para quedarse con aquella fiesta tan popular y divertida. Pero todo se fue yendo al carajo. Y lo que fue la original Quedada quedó en un concierto menor de las fiestas. En algo festivo pero ya no era el encuentro de viejos amigos y conocidos. Había perdido su razón de ser. Su espíritu de reencuentro. La base, en definitiva, de la llamada.

Al final ya no es más que un concierto más de Fiestas. Nostálgico pero sin vida.