Alguien se está excediendo
Ahora que se está en boca –y oídos- de todos el espionaje... hemos de dar cuenta de ciertos soplos y mensajes confidenciales que misteriosamente han llegado al buzón de este avispero, siempre en forma de quejas, sobre lo que se califica como salvaje comportamiento de una persona que ocupa una posición muy alta en el escalafón del equipo de gobierno.
Al parecer, y según cuentan algunos funcionarios del Ayuntamiento de Pozuelo, esta persona, cercana a la alcaldesa, ha perdido definitivamente las formas... Y cuando no grita a los trabajadores, asesta puñaladas traperas, difunde falsedades y contribuye con sus continuos cambios de humor y volubles opiniones a enrarecer las relaciones laborales. Se ha convertido, en fin, en un auténtico germen de futuras denuncias de acoso laboral, bajas por depresión y derivados.
La persona en cuestión debería hacérselo mirar, porque, a fin de cuentas, no conviene exasperar a los funcionarios, de quienes depende, a la postre, que no se paralice la administración... De manera que a nadie, y parece ser este el caso, debería de subírsele el cargo a la cabeza; sobre todo, si es político, puesto que, ya se sabe: hoy estás aquí, mañana allí... y los que permanecen, al final, son los funcionarios.
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