Buenos propósitos culturales para todos
El anuncio que se va a celebrar un ciclo de cine gratuito me ha colmado de alegría por dos motivos. El primero, es que 'Domingos de cine' conseguirá sacarnos de la rutina de pijama y sofá tan poco productiva del último día de descanso.
El anuncio que se va a celebrar un ciclo de cine gratuito me ha colmado de alegría por dos motivos. El primero, es que 'Domingos de cine' conseguirá sacarnos de la rutina de pijama y sofá tan poco productiva del último día de descanso. El segundo, es que toda iniciativa cultural gratuita me parece un acierto y una buena forma de acercar el arte a todos los estratos de la población.
En unos tiempos en los que el cine como espacio de socialización ha sido sustituido por la pantalla del ordenador debido a la posibilidad de ver películas online de forma gratuita y también por el elevado coste de una entrada en un cine cualquiera, veo interesante que en los municipios madrileños impulsen al público a acercarse a ver una buena película y a empaparse del aura que desprende la proyección de un filme en gran pantalla.
Por otro lado, no todo son halagos. Considero que quizá deberían haber dado un pasito más. Los organizadores deberían haberse atrevido a proyectar películas con una carga intelectual más profunda, películas que no encontramos los domingos por la tarde en la cartelera de Telecinco, películas a las que no tenemos fácil acceso. Aprovecho esto último para añadir que hubiera estado bien que las obras programadas se emitieran en versión original, ya no sólo porque el cine original desprenda más carga semántica, sino porque así los asistentes podrían poner a prueba su nivel de inglés.
Tendrían un punto a su favor si organizaran un coloquio o una mesa redonda al final de cada película, para tratar de explicar en profundidad en qué consiste la obra y así contribuir a enriquecer la cultura cinematográfica de los asistentes. Emitiendo la película, creo que la iniciativa se queda a un nivel superficial. Es como si el buzo se quedara mirando la espuma de las olas en lugar de bucear hasta alcanzar los arrecifes de coral.
Sea como fuere, todo es mejorable, pero siempre está bien que se impulse la cultura y más ahora, que la crisis económica que nos azota ha traído como consecuencia que el ciudadano de a pié deje el arte un poco de lado.
M.P.
*Este diario no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores ni de las de las cartas al director.
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