¿A Yolanda Estrada le ha abandonado su desodorante?

Hola de nuevo, querido lector. Me había propuesto no volver a escribir sobre Yolanda Estrada en mucho tiempo. Ella no es nadie, salvo la novia de Juan Carlos Vera, el mandamás del PP en la región de Madrid. Y menos aún ahora, que ya está definitivamente descartada de la carrera por encabezar la lista de los populares en  Pozuelo de Alarcón. A Vera le ha salido mal la jugada: Pablo Casado le ha pillado con el carrito del helado.

Me cuentan que, el pasado lunes, en el acto de homenaje en Pozuelo a las víctimas del 11-M, ella estaba allí. Cosa, por otra parte poco comprensible, salvo que sea una mantenida. ¿Quién puede estar un lunes a la una de la tarde en un acto público si no vive de la política? O la tienda de masajitos del Zoco le va muy bien -¡esos masajes valen su precio en oro!- o alguien le está manteniendo por la face.

El caso, que me enrollo y no voy al meollo. Que me dicen que durante el acto, y después, Estrada iba de corrillo en corrillo saludando a conocidos, afiliados del PP de Pozuelo. Pero un buen observador me ha contado que sus interlocutores no duraban hablando con ella más de treinta segundos. Me estoy imaginando la escena: Yoli picoteando de grupo en grupo, y la gente huyendo despavorida, lo que debía exigir a Estrada el cambio constante de ambiente.

¿Le habrá abandonado el desodorante? ¿Ahora que ya no tiene ninguna opción en las listas electorales de Pozuelo nadie la quiere? ¿Le olerá el aliento? ¿tendrá gases? Estoy en un sin vivir.

Qué mala es la gente...