No sé si creerme las denuncias contra el coordinador del SEAPA
Recibo con mucha frecuencia quejas sobre la dirección del SEAPA, el Servicio de Emergencias de Pozuelo de Alarcón. No siempre que el río suena agua lleva, pero cuando el queme del personal que allí trabaja es tan generalizado y me llegan tantas cosas a mi buzón, empiezo a pensar que por Pozuelo está pasando el Amazonas.
Me ha llegado una carta, firmada y todo, que destila amargor. Más bien impotencia ante un jefe que poco o nada debe conocer de habilidades sociales. Y esto es muy importante para quien manda sobre un buen puñado de hombres y mujeres.
La misiva me habla de malas artes para conseguir el puesto de coordinador, de puñaladas traperas, de ambición desmesurada de poder, de manía -rozando la enfermedad mental- por el control férreo de todo, de provocar la división del personal que tiene a su cargo, de expedientes sancionadores sin motivos al personal que está bajo su bota, de acoso laboral… y de un apoyo sin fisuras del saliente concejal de Seguridad Gerardo Sampedro.
Los que apoyan al coordinador con mando en plaza son llamados los Romeos: desconozco el motivo, pero me hace gracia. No sé si Julieta es la intendente jefe de la policía municipal.
Me hablan también de la elaboración por parte del coordinador de un reglamento interno del SEAPA “hecho a su medida, para ejercer un control absoluto e imponer su autoridad”. Dice que en ese reglamento figuran artículos tan aberrantes como que “será obligatorio presentarse voluntario a trabajar fuera de su jornada laboral, cuando él lo reclame…”
Y como remate de esta amarga denuncia, mi interlocutor dice que “tanto el Manual de Procedimientos Administrativos como el Manual de Procedimientos Sanitarios lo ha elaborado [el coordinador del SEAPA, Juan Antonio] con la ayuda de un médico del SAMUR que resulta ser amigo y compañero de trabajo en la Escuela de Ciencias de la Salud. Casualmente es el médico que realizó el estudio psicosocial que encargó el Ayuntamiento a raíz de las denuncias de varios trabajadores por acoso por parte del actual Coordinador. En ese estudio -continúa la misiva- se deja claro que los problemas del servicio es por la mala coordinación sin que se haya tomado por parte de la concejalía de seguridad ninguna media, a excepción de seguir con el maltrato psicológico a los trabajadores”. Chim pum.
Yo no me puedo creer estas afirmaciones tan fuertes. En un primer momento se me ocurrió contrastarlo con el Ayuntamiento, y le pedí a mis compañeros de la redacción de Diario de Pozuelo que lo hicieran.
Han preguntado al Ayuntamiento, a través de los cauces establecidos para la prensa, sobre esta misiva que hemos recibido, por si querían aportar algo.
La respuesta… Aún la estamos esperando.
No sé si creérmelo, por lo fuerte que me parece. Pero el Ayuntamiento de Pozuelo debería investigar y realizar, si procede, un fino trabajo de cirugía.
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