La de cosas que escucho en la Plaza Mayor. Y el gobierno municipal en funciones
Si pegas la oreja al suelo en la Plaza Mayor de Pozuelo se escucha todo. Rumores, traiciones, revanchas, ceses y hasta dimisiones.
Me dicen mis gargantas profundas que la alcaldesa está estos días encantada de haberse conocido. Que a pesar de haber disminuido tres concejales tampoco ha perdido tantos votos, solo 1.000. Todos conocemos los análisis de los políticos después de las elecciones: todo el mundo gana. Así que Quislant también, a pesar de haber perdido exactamente un 11,41% de apoyos respecto a las anteriores municipales. Un decrecimiento sólo superado por Somos Pozuelo, que se la ha pegado un 38,66%.
Me ha escrito una afiliada del PP para realizar una crítica a la alcaldesa. Dice que siempre está muy sensible con que los medios no metan a su familia en sus cuitas. Que existe un derecho a la privacidad e intimidad familiar. Y todo el mundo está de acuerdo con el argumento. Por eso no le ha parecido bien a mi interlocutora que el hijo de la alcaldesa estuviera de apoderado en la puerta del colegio electoral Pinar Prados de Torrejón. Si quería ayudar al PP hubiera bastado con hacerlo en otro municipio, y así se hubiera evitado muchas críticas personales que trascienden la política. Si la alcaldesa mezcla familia y política -me dice esta afiliada- que no le extrañe que otros critiquen su política y a su familia.
También oigo ecos de que hay mucho emocionado de Ciudadanos repartiéndose ya cargos y echando cuentas del número de asesores que quieren pedirle a Quislant. En sus cábalas, la alcaldesa debe renunciar a algunos asesores municipales en beneficio de Ciudadanos. Ya veremos. Pero me asombra que ya estén pensando en el reparto. Y me llegan, cada vez más intensos, rumores de dimisión del portavoz Damián Macías.
Más chismes. La jefa de la Policía Municipal de Pozuelo, Sonia, estaría esperando que el saliente concejal de Seguridad, Gerardo Sampedro, haga mutis definitivamente. Entonces será el momento de cesar al coordinador de SEAPA, que aporta más problemas que ventajas a la organización de la concejalía y su personal. Juan Antonio y sus romeos pasarán a desempeñar solamente funciones sanitarias. A la alcaldesa tampoco le mola el ruido que se está generando con este asunto interno, y menos aún el modo chusquero con que el tal coordinador se defiende. Desde su ámbito han nacido anónimos y cuentas de Twitter">twitter para criticar al resto de los empleados del SEAPA y defender a Juan Antonio. Todo muy amateur.
Y eso que todavía tenemos un gobierno municipal en funciones y en modo pacto. Esta legislatura promete ser muy entretenida.
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