El Día Mundial del Cáncer de Mama y su humanización
Cuando enfermamos y más cuando se trata de una enfermedad como es el cáncer supone un gran impacto familiar, social y económico.
Es difícil hacerle frente pero si tenemos apoyo se hace más llevadero (no todos tenemos la suerte de tenerlo), por supuesto necesitamos tener una mentalidad positiva para enfrentarnos a estos retos nada fáciles. Nos enseña que, a pesar de que muchos hemos pasado por la misma enfermedad, cada uno lo afronta de manera diferente. PERO NO ESTAMOS SOLOS.
Hay personas que se vuelcan con nosotros, nuestra red familiar, amigos.. y en el camino van apareciendo personas desconocidas que a través de las idas y venidas al hospital en las consultas, pruebas y diversos tratamientos nos van acogiendo y consolando desde el personal médico , enfermeras, técnicos, auxiliares celadores, personal de limpieza todos comprenden nuestra situación además desde el minuto uno te encuentras con la asociación AECC ( Asociación Española Contra el Cáncer ) también con presencia en Pozuelo donde presta servicios en locales cedidos por nuestro Ayuntamiento con sus voluntarios que se vuelcan contigo y te entregan su humanidad, su profesionalidad su cariño y comprensión y esto hace que el dolor se mitigue y puedas salir adelante.
Hago una reflexión en el marco de la campaña NURSING NOW impulsada por el Consejo Internacional de Enfermería y la OMS declarando el año 2020 como el año internacional de la enfermera y la matrona impulsando la enfermería como elemento clave en los cuidados continuados, considerando que aspectos como el emocional y el espiritual de la salud no debemos de olvidar, si bien es cierto que los avances y el progreso de la ciencia está llegando a curar esta enfermedad es muy importante pero es insuficiente en el cuidado de los pacientes ,por ello los profesionales debemos de ofrecer los conocimientos pero también la esperanza, apoyo, consuelo, no saben cuánto es demandado por los enfermos lo veo todos los días en el hospital, es fundamental.
La ciencia debe ir acompañada del acercamiento humano para ser más eficaz, el porcentaje de pacientes que sufren esta enfermedad va en aumento y estamos viendo así mismo que es una sociedad multicultural a la que debemos adaptarnos y formarnos para dar respuesta integral a estas personas.
Nuestro cuidado debe ir encaminado al cuidado de las personas que padecen la enfermedad y no a la enfermedad que padecen las personas.
Siendo el aspecto espiritual una de las variables más demandadas por los pacientes durante su enfermedad, el acompañamiento y la práctica de reconocer, acoger y dar espacio al dialogo interior del que sufre para que el mismo pueda dar voz a sus preguntas y dar vida a sus respuestas.
El grado de responsabilidad de una sociedad se mide por el compromiso con los cuidados a quienes son frágiles, dependientes, vulnerables, marginados y sufrientes.
Liliana Michilot Coronel
Enfermera – Profesora de Enfermería
Universidad San Pablo CEU
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