La ONG Infancia sin fronteras se desvincula de los supuestos actos delictivos de su vicepresidente

Esta semana la policía detuvo al vicepresidente de la ONG Infancia sin fronteras - Miguel Ángel Gisbert - por tráfico de seres humanos. La ONG pozuelera se ha desmarcado de sus actos delictivos, asegurando su total desconocimiento y que han cesado a Gisbert para iniciar una investigación paralela a la policial.

Según declaran ellos mismos en su web, Infancias sin fronteras «trabaja en el sector de la infancia, nuestras acciones están enmarcadas dentro del marco jurídico de ‘La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño’ del 20 de noviembre de 1989, y en plena sintonía con las metas enmarcadas dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio».

Por ese mismo motivo causó tanto revuelo la detención de su vicepresidente. Miguel Ángel Gisbert también ha defendido su inocencia asegurando que «las acusaciones de la policía son absolutamente infundadas» y han causado un serio perjuicio en todos los aspectos de su vida.

Los agentes del orden le detuvieron porque, presuntamente, se encargaba de introducir ciudadanos cubanos en Estados Unidos a través de una ruta que pasaba por Nicaragua, España y México. La ONG declara que el detenido «dio a conocer la puesta en marcha de negocios empresariales con su esposa, de nacionalidad nicaragüense, se le pidió que no utilizase ninguno de los recursos de la organización, algo, que hace dos años aproximadamente, ha cumplido a rajatabla pues todos los gastos derivados de sus viajes y gestiones se los ha costeado a título privado».

Las acusaciones afirman que la sede de las operaciones delictivas estaba en Nicaragua. No obstante, el vicepresidente confirma que realizaba varios viajes a este país donde tenía su propia empresa y no se trataba de empresas ‘fantasma’. Además, el acusado afirma que «se me ha visto vinculado injustamente a un núcleo de supuestos delincuentes a quienes no conozco ni he visto nunca antes, salvo a un individuo cubano» al que ayudó como amigo.