Defender lo que somos

Recta fin de campaña electoral. Desde los partidos políticos apuramos los días para lanzar los últimos  mensajes para atraer el voto de los ciudadanos. Se percibe cierta desmotivación en la sociedad. Una desmotivación debida por un lado a que el Parlamento Europeo parece algo lejano a nuestra vida diaria, a nuestros intereses. Y por otro, porque los políticos,  no sintonizamos con los vecinos. Unos, los que gobiernan a nivel de la nación, porque han demostrado su escasa capacidad de gestionar la crisis. Otros, los de la oposición, porque quizás no terminamos de consolidarnos como alternativa. Y los ciudadanos terminan por vernos a todos, a los unos y a los otros, iguales. Pero la realidad es que no lo somos.

A los socialistas les caracteriza fundamentalmente presumir de lo que no son. Y a nosotros, ocultar lo que somos y lo que defendemos. Y ya es hora de empezar a dejar de hacerlo. Es hora de negar la falsa superioridad moral de la izquierda. A defender con valentía nuestros valores y nuestros principios. A proclamar alto y claro que estamos convencidos de que nuestra forma de ver el mundo es más válida que la suya y además es la acertada. Es hora de decir que el progreso y el bienestar de toda la sociedad pasa por aplicar nuestras fórmulas y no las suyas.

Porque el partido, pese a la propaganda, no se juega sólo en Europa. Se juega en todos y cada uno de los municipios. Se juega no solo el día de las elecciones, sino todos los días. Porque está en juego no solo elegir a nuestros representantes en Europa. Está en juego un modelo de sociedad. Y conseguirlo depende de todos y cada uno de nosotros. De cada uno de ustedes.