Las huellas del Sanecan
Porque, aunque es cosa del pasado y ya lo hablamos aquí, un vecino nos pide que denunciemos la poca delicadeza que tuvieron los trabajadores al quitar los sanecanes y no borrar sus huellas.
Sin duda, nuestro vecino es un perfeccionista. De esos que quedan pocos y, como señala en la foto que nos adjunta, los agujeritos del Sanecan siguen estando visibles en las aceras y, para él, eso es una chapuza (sic).
Por supuesto, y para no extenderme, me limitaré a decir que en su correo nos cuenta que, en su época, esas cosas se cuidaban... (Me da que trabajó en el Ayuntamiento)
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