¡A tomar cerveza y a vivir!
Con esta proclama del divertimento manifestada por un representante de CCOO dio por concluida la manifestación convocada por los dos sindicatos mayoritarios, en la Puerta del Sol de Madrid, aquel 19 de febrero de 2012. ¿Serio? Nada más que el preludio de todo lo que se avecinaba en la hemeroteca CCOO - UGT.
¿Tan complicado es que los Sindicatos, sus representantes, se dediquen a lo que tienen que hacer, esto es, defender los intereses de los trabajadores? Difícil debe ser cuando son portadas de periódicos, día sí día también, por hechos ajenos a ese menester. Gracias por ser como es, Juez Alaya.
¡A tomar cerveza y a vivir! Con mariscadas quizá, no sé. ¿Será esta la nueva función social de los Sindicatos, o el interés general que protege nuestra Constitución? ¿Cómo defender sus acciones, por ejemplo, cuando paralizan el metro de Madrid, boicoteando la libertad de circulación de todos los madrileños con el nada egoísta propósito por su parte, con casi seis millones de desempleados en España, de reivindicar, y sin ningún pudor, una subida salarial del 4% y conseguir un día más libre al año? ¿Cómo defender la convocatoria de paros y manifestaciones los días en los que los miembros del COI evalúan la candidatura olímpica de Madrid 2020? Difícilmente defendible.
Aún resuena en mi cabeza aquel grito fuera si de "¡Vamos a reventar Madrid!". Y lo reventaron por cierto, secuestrando a los madrileños (3,5 millones de viajeros) de su derecho a viajar en metro, los días 29 y 30 de junio de 2010. Como lo que no puede ser, no puede ser, el Tribunal Supremo confirmó que la huelga fue ilegal: indemnícese a la empresa con 4,7 millones de euros.
"Estos Sindicatos caerán como el muro de Berlín", palabras de Esperanza Aguirre en marzo de 2012 y no dudo que así será si siguen en esta tónica: hibernar cuando gobierna el PSOE y salir de la cueva cuando está el Partido Popular. CCOO-UGT, UGT-CCOO, el orden de los factores no altera el producto. ¿Qué han hecho ambos mientras gobernaba Zapatero sino vender su silencio a cambio de más de 1.000 millones de euros en subvenciones? ¿Dónde han estado mientras cada minuto se sumaba un parado más a las listas del SEPE?
En el 41º Congreso Confederal de UGT, celebrado la semana pasada, se presentaba una oportunidad de oro para convencernos de que pueden adaptarse a los nuevos cambios del siglo XXI. Los datos están ahí, la organización ha perdido 40.651 afiliados en los dos últimos años y cae por debajo de los 1,2 millones de sindicados. En cambio, no ha habido sorpresas y el Congreso se ha traducido en que, después de 19 años al frente de UGT, ha sido reelegido como nuevo gurú a Cándido Méndez, con el 86,32% de los votos. Estuvieron allí, como no podía ser de otro modo, Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano, Gaspar Zarrías y Valeriano Gómez: "Pelea por lo quieres".
Agárrense señores, al parecer vienen cambios muy profundos en UGT. De momento y como una imagen vale más que mil palabras, ya lo vaticinó días antes la foto: "Uno para todos y todos para uno" protagonizada por Méndez, Toxo y Colau. Hay cosas que si no las ves no las crees ciertamente. Solo la autoproclamada superioridad moral de la izquierda es la que le permite a UGT subirse al carro de la activista profesional Colau. Y traigo a colación el caso PSV, la cooperativa de viviendas promovida por UGT que en 1993 suspendió pagos y dejó en el aire las aportaciones de casi 20.000 personas que, con la quiebra de la cooperativa, puso de manifiesto la dudosa gestión realizada por sus administradores, con los 54.300 millones de pesetas conseguidos.
¿Y ahora qué hacemos? Una foto con Colau para olvidar todo aquello.
Menos fotos espectáculo y más recuperar el prestigio perdido, esa debería ser la prioridad de los Sindicatos. Menos cerveza, menos mariscadas, menos comisiones y más trabajar pensando en el interés general, por favor.
Y ¡Salud para todos!
Mónica Armada
*Este diario no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores ni de las de las cartas al director
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