¿Será Bankia la nueva Argentaria?
En esta semana pasada las noticias económicas nos han venido desde Europa.
Fue Olhi Rehn, comisario para asuntos económicos, quien dijo que en nuestro país hacen falta más ajustes y reformas estructurales y que el crecimiento se postergaba hasta el final de 2014. Es por ello que desde nuestro gobierno se han dado más alas a la línea que había emprendido Rajoy de solicitud de ampliación de funciones del BCE.
Rajoy se decanta más porque se parezca a la Reserva Federal o a un gran Banco Central, contemplando también el crecimiento económico entre sus prioridades.
Y casi al tiempo, en el Euro-grupo, el Ministro De Guindos abogaba por soluciones al problema de que los bancos y las empresas europeas no se financian a tipos homogéneos y el estado de ruptura de las líneas de comunicación de las políticas del BCE a los agentes económicos.
Ambos, Rajoy y De Guindos, reclaman una acción y un papel distinto para el BCE en la salida de la crisis, no sé si pensando en solucionar las deficiencias con las que nació el Euro o bien para que se adopten medidas como las seguidas por la Reserva Federal y el Banco Central del Japón para echar el dinero a raudales en la economía.
Si es por lo primero, la falta de una política común fiscal, económica, financiera, bancaria exterior, etc..., con que nació el Euro, conviene saber que tras seis años de crisis, prácticamente casi nada se ha avanzado. El país de referencia que tenemos impuesto, Alemania, va poniendo todo tipo de problemas y dilatando cualquier propuesta.
Si es por lo segundo y sin entrar a valorar las políticas de expansión monetaria, creo que es aún más difícil que la consecución de una unión fiscal y económica real, ya que supone querer que el BCE haga lo que más pavor produce a Alemania, algo que pueda afectar a la inflación y a su recuerdo de los años veinte y al advenimiento del nazismo.
Y desde el Gobierno deben ser conscientes de la dificultad que lo que piden ya que están buscando alternativas para que la financiación, que no va a lanzar el BCE a las empresas españolas, la lleve la nueva banca pública financiada con dinero europeo y de todos, la que se emplearía para hacer llegar el crédito a las Pymes. Se habla fundamentalmente de Bankia.
Cierto es que ese planteamiento produce ideas contrapuestas. Por un lado parece una oportunidad y una alternativa para tratar de poner la economía en marcha, ya que el crédito sigue sin fluir.
Pero por otro lado, dada nuestra experiencia reciente con las cajas de ahorro, que digamos eran de control público, nos hacen ponernos en guardia. Goirigolzarri creo que es un buen gestor pero por encima de gestores está el accionista de referencia, sus decisiones políticas y sus chapuzas.
Espero que no se les ocurra volver a las andadas porque este país ya no es el que era.
José Luís Martín Miralles
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