García Molina explica el uso del auditorio de El Torreón

Hace 15 días contaba desde esta columna en la que anido la nostalgia que me producía el recuerdo de aquellos conciertos de antaño en el Auditorio El Torreón. Y no me explicaba –tampoco lo hacía el ayuntamiento- por qué no se daba un uso más intenso a esta magnífica instalación. Recordaba las míticas actuaciones allí celebradas de Melendi, Pereza, Los Secretos, Edurne, La Unión, Café Quijano, Dover, La Quinta Estación, Carlos Baute, Álex Ubago, Modestia Aparte, Danza Invisible, La Guardia, Amaral, David de María, Alondra Bentley, Anni B. Sweet, Estopa, Pignoise, Paco de Lucía, The Coors... Qué tiempos.

Y la buena de Mónica García Molina me hizo llegar –a través del amigo de un amigo del amigo, que pasaba por allí- la respuesta. Y algún dato más que yo no sabía. Por ejemplo, que la explicación que pidió el concejal de C's Raúl González Andino por escrito al equipo de gobierno, él ya la conocía. A este concejal de Ciudadanos Pozuelo, autoascendido a viceportavoz, García Molina ya le había explicado personalmente los motivos en una clase particular que le había dado, pero Andino se hizo el longuis, o no lo entendió.

En fin, que me ha gustado que la concejala dé la cara. Que se haga entender. Que me haya hecho llegar el recado. Y yo, lo transmito, en la medida que los intermediarios hayan sido fieles al mensaje. Y si no, que la concejala me lo mande por escrito a mi buzón.

Al parecer, el auditorio El Torreón no se puede usar más allá de las 22:30h, salvo que los vecinos den su consentimiento expreso para cada evento. A pesar de las pantallas acústicas que se instalaron, parece que ciertos vecinos próximos han puesto el grito en el cielo por las molestias que les ocasionan los decibelios. Y digo yo, que serán como mínimo iguales que las que ahora ocasionan los decibelios de los conciertos en la Plaza del Padre Vallet, salvo que los que allí viven son más pobres...

Todo esto es cierto. El único problema es que hay una sentencia firme que prohíbe el exceso de volumen originado por las actividades de El Torreón. Unos vecinos pijales, e influyentes al parecer, pleitearon contra el Ayuntamiento hasta ganar. Y como la sentencia es firme, no hay nada que hacer. Que se aproveche el auditorio para el cine de verano, que termina pronto, y poco más.

Y yo pregunto, ¿qué pasaría si los vecinos del Padre Vallet demandaran al ayuntamiento por ruidos? ¿y los de la calle San Juan de la Cruz? ¿Qué pasaría si en todos los municipios de España los vecinos denunciaran y ganaran los pleitos por exceso de ruido en fiestas?

Sencillamente, que se acabaría la juerga patronal. Y la ley del ruido les ampara. Claro que si eres pijo, y tienes dinero para pleitear, siempre es más fácil que los grupos toquen al lado de los pobres.

Gracias, concejala de Cultura por la aclaración.