El reloj municipal vuelve a su hora

Llevo insistiendo en el retraso del reloj de la plaza del Ayuntamiento como símbolo de la desidia municipal. No es la primera vez que lo he denunciado en esta columna. Al menos tres veces. La última vez, el pasado mes de noviembre.

Pues, ¡tachán! el reloj ya está arreglado. El Ayuntamiento ha escuchado mis plegarias tres meses después. Desde la semana pasada ya no atrasa. Esperemos que el arreglo sea definitivo. Mal fario sería que volviera a desajustarse a tan pocos meses de unas elecciones municipales. Sería premonitorio, como las encuestas que se manejan en el PP local.

Esperemos acontecimientos.