El PP de Pozuelo se benefició de Gürtel: ¿alguien dijo perdón?

Hace ya unos cuantos años, cuando Paloma Adrados reinaba en esta villa de Pozuelo, ocurrió una anécdota que define a la perfección a sus protagonistas. Era la Fiesta de la Bici, allá por el mes de junio. Los corredores partían de la Plaza del Padre Vallet y daba la salida la entonces alcaldesa, hoy presidenta de la Asamblea de Madrid, la señora Adrados.

Para entender lo que voy a contar hay que conocer a la anterior alcaldesa. Ella, muy trabajadora, muy amiga del despacho y poco de la calle. Poco cercana a los periodistas. Con mirada torcida con mucha frecuencia, de las que matan. Qué le vamos a hacer.

Pues resulta que un vecino de Pozuelo quiso saludar a su alcaldesa poco antes de que diera la salida a la carrera ciclista. Pero Adrados le correspondió con un mal rictus. El vecino, medio indignado a la par que decepcionado, se volvió sobre sus pasos a la par que musitaba un “prefiero mil veces a Sepúlveda que, aunque quizá se lo llevaba, por lo menos era una persona agradable que trabajaba mucho por Pozuelo”. Y se quedó tan pichi el vecino.

El suceso retrata muy a las claras el carácter de uno y de otra. El pueblo hasta ahora ha perdonado la corrupción política. Por lo menos no la ha castigado en las urnas. De hecho el PP ha seguido cosechando mayorías absolutas todos estos años en Pozuelo de Alarcón.

Ahora puede que la cosa cambie. Quizá porque Ciudadanos Cs está en la cresta de la ola, y no gracias a que sus representantes en Pozuelo lo hagan especialmente bien.

Jesús Sepúlveda acaba de ser condenado a 14 años de cárcel en uno de los juicios de la Gürtel. Su entonces esposa y luego ministra de Rajoy, a pagar 28.000 euros por beneficiarse. El PP también deberá pagar 245.000 euros por beneficiarse en las campañas electorales de Pozuelo y Majadahonda. El exconcejal de Hacienda de Pozuelo, Roberto Fernández, condenado a 11 meses de cárcel.

Y José Antonio Sáenz, exconcejal de Medio Ambiente y Personal en Pozuelo, absuelto.

Me despido en este artículo con pena. Porque efectivamente, Sepúlveda era un gran trabajador, un gran conversador. Un buen gestor. Un impulsor de muchas iniciativas en Pozuelo. Lástima que para juzgar la bondad de una persona haya que hacer un balance global, y no sólo de alguna de sus facetas.

El PP de Pozuelo se benefició del mal hacer de Sepúlveda y Fernández. Alguien tendrá que salir a pedir perdón en nombre del PP de Pozuelo. La alcaldesa Pérez Quislant ya lo ha hecho anoche a través de un tuit. Ahora falta que lo haga el presidente del PP de Pozuelo, Enrique Ruiz Escudero.

Yo, al menos, así lo espero.