En mi sueño estaba Yolanda Estrada

Hoy he tenido un sueño. Una auténtica pesadilla. Y me he despertado en mitad de la noche, con un calor sofocante. Y mi corazón bombeaba hemolinfa a toda pastilla.

El sueño se me presentó como muy real. Y la protagonista principal era Yolanda Estrada, la ex concejala de Obras y Contratación -todo junto para que fluyan los contratos- en la época de Jesús Sepúlveda. También estaba un señor de 63 años, a punto ya de jubilarse, que por lo que pude ver en mi sueño era la pareja sentimental de Yolanda Estrada. Luego supe que este señor era Juan Carlos Vera, un pez gordo de la ejecutiva nacional del PP. Supongo que por poco tiempo: hasta el próximo congreso electivo.

En fin, a lo que iba. Quiero relatar el sueño a mis lectores. Supongo que así alejo los demonios y me quedo más tranquila. Resulta que en mi sueño la exconcejala Estrada había pactado con otros un desalojo controlado de Enrique Ruiz Escudero de la presidencia del PP de Pozuelo. Escudero había ganado hace menos de un año. Arrasó frente a Yolanda Estrada, sacándole casi el doble de votos.

En mi sueño Estrada se había quedado resentida porque consideraba que un municipio como Pozuelo le debía mucho a ella por su excelente gestión en la época de Jesús Sepúlveda. Como apreciará el lector, esto constata que estoy contando una pesadilla. Y urdió la trama con la ayuda y connivencia de su parejita a la par que afiliado también en Pozuelo y miembro nato de su ejecutiva local, Juan Carlos Vera. También contaron con el apoyo de otros peces gordos del partido en nuestra ciudad, pero los tengo algo borrosos. Tomaré habas, a ver si rescato las imágenes del fondo de mi subconsciente y te lo cuento en breve.

El plan, en mi sueño, era muy sencillo: había que conseguir que Enrique Ruiz Escudero perdiera en las elecciones a compromisario del próximo congreso electivo. Que no estuviera entre los tres elegidos. Eso sería un buen porrazo. A continuación habría que alzar la voz -con la ayuda de algunos afiliados paniaguados- pidiendo la dimisión del consejero de Sanidad como presidente del PP pozuelero. El argumento sería que, si el líder del partido local no tenía el apoyo de los suyos, no debería continuar en su cargo. Era muy importante que perdiera, que no le eligieran como compromisario. Yolanda -en mi sueño- puso toda la carne en el asador: promesas huecas, cotejamiento de listas, llamadas, whatsapps… Influencias. Apoyos en el Congreso de los Diputados. Y en la Ejecutiva Nacional. Y vendettas que resucitaban a zombies.

El sueño sigue. Ruiz Escudero perdió y Estrada pedía su dimisión. De momento por lo bajini. Ayer mismo, en la reunión de afiliados con motivo de la fiestas del Carmen. Sigue siendo una visión. Y Estrada se alió con un pez gordo en el Ayuntamiento que arrebate el poder del ahora presidente. Así ella podría ir de segunda en las listas electorales. Ella sabe que siempre será una segundona. Es lo que le queda, en mis sueños.

Estrada, en mi sueño, convence a algunos afiliados de Pozuelo para pedir la dimisión de Ruiz Escudero. Éste, siempre en mis devaneos utópicos, dimite cansado de la presión que aquella ejerce a través de su anciana pareja. Y se crea una gestora para dirigir los destinos del partido hasta las elecciones municipales. Y entonces, sólo entonces, se abre la posibilidad de que el futuro candidato a la alcaldía de Pozuelo sea alguien distinto de Ruiz Escudero. Alguien que hasta ahora está descartado, y que llevaría como número dos en sus listas a Yolanda Estrada.

Que nadie se preocupe. Esto solo es un sueño. Afortunadamente. Qué sofoco.