Panegírico del concejal fallecido Manuel Allende
El pasado 19 de julio celebrábamos en Pozuelo de Alarcon nuestro Pleno mensual ordinario. No ha pasado ni un mes. En aquella sesión, Manuel Allende, Manu, nuestro concejal de Desarrollo Empresarial y Comercio, intervenía en una moción por primera vez y estuvo soberbio. Todos lo comentamos, todos le felicitamos, porque Manu era discreto. Supongo que nos sorprendió de alguna manera la solvencia y autoridad con la que expuso sus argumentos en el debate tras tan solo unos pocos meses en el cargo y reconocimos, sin lugar a dudas, al gran concejal al que hoy despedimos.
No ha pasado ni un mes de aquello y tan solo unos días después, Manu me ponía un mensaje para decirme que le dejaban ingresado en un hospital de Pozuelo después de hacerle unas pruebas con las que los médicos no quedaban muy conformes. Y allí ha permanecido, hasta hoy, acompañado de sus familiares hasta el último momento. Junto a ellos he pasado muchos ratos desde entonces y junto a ellos, en esos pasillos de la UCI, terminé de darme cuenta de que tras el gran concejal estaba la gran persona que es. El hijo de unos padres ejemplares, el marido de Loreto, una mujer dulce y cariñosa, y el padre de un niño guapísimo de tres años, que en tan solo unos días empezará el colegio.
Manu nos deja muy joven, no ha llegado a cumplir los 43 años, pero se ha enfrentado a muchas cosas difíciles. Manu nació en Bilbao, estudió Políticas en Deusto y se afilió al Partido Popular. Manu tuvo que salir del País Vasco amenazado por ETA y se vino a Madrid, a Pozuelo. El sabía el precio que a veces cuesta defender las ideas y siempre lo hizo, convencido y en su sitio; en ese sitio rotundo y discreto que ocupan las personas en las que puedes confiar. Con nosotros, Manu desarrolló una labor esencial siempre vinculado a los comerciantes de nuestra ciudad. Todos le conocían y todos le querían; cuando era un asesor, trabajando más en la sombra y, por supuesto después, cuando asumió la responsabilidad de la Concejalía en febrero de este mismo año.
Nunca olvidaré la alegría personal que supuso para mí imponerle esa medalla y el orgullo que para él significaba hacerlo en ese Salón de Plenos delante de Loreto y de su hijo, hace tan sólo unos meses. Hoy nos sorprendía la noticia de la muerte de Manu después de muchos días muy difíciles, con altos y bajos, y en los que no habíamos perdido la esperanza de volverle a escuchar en un debate.
Querido Manu, Pozuelo de Alarcón, la ciudad por la que tanto has trabajado, no te olvidará nunca. DEP
Susana Pérez Quislant
Alcaldesa de Pozuelo de Alarcón.
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