Una despedida a Manu Allende teñida por las extravagancias de Estrada
Ayer estuve en el funeral de Manu Allende. No quería perder la oportunidad de rendir el último adiós a esta buena persona. Y de rezar por él, aunque me costó concentrarme: había mucha gente conocida, y mi espíritu de observadora en la distancia, sobrevolando la imponente iglesia, no me dejaba estar a lo que debía. Tampoco ayudaban algunos parlanchines que confunden el templo con el mercadillo de los sábados por la mañana en San Juan de la Cruz.
Pude ver a un periodista de DIARIO DE POZUELO. El único representante de la prensa local, dicho sea de paso. Allí estaban casi todos los concejales del Ayuntamiento de Pozuelo. También los de la oposición. En primera fila, alcaldesa, tenientes de alcalde y portavoces de PSOE y Somos Pozuelo. Estos últimos poco participativos. Con menos fe que un cura en una discoteca, pero allí estaban, lo que dice mucho de su categoría humana.
Acudieron cinco de los seis probables candidatos a la alcaldía de Pozuelo por el Partido Popular: la alcaldesa Quislant, el ex concejal Félix Alba, la ex alcaldesa y presidenta de la Asamblea de Madrid Paloma Adrados, el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Enrique Ruiz Escudero y la ex concejala, ex directora general de A-Cero y ex imputada Yolanda Estrada.
Faltaba el ex Director de la Guardia Civil Fernández de Mesa. Arse, deberías haber estado, era un compañero de partido y tú aspiras a regir los destinos del PP local y del Ayuntamiento de Pozuelo.
Me llamó la atención que el protocolo del Ayuntamiento no hubiera reservado asientos para Adrados y Ruiz Escudero, pesos pesados del Gobierno Regional. Quizá la alcaldesa Quislant lo hizo a propósito, para demostrar quién manda aquí. Ella sabrá lo que le espera para la siguiente legislatura.
El sacerdote oficiante, Jesús Higueras, en su papel. Acogedor, comprensivo, derrochando cariño a familia y amigos. Buena homilía, sí señor. Lo que pude oír, porque los cuchicheos de Yolanda Estrada desviaban mi atención. Ella -que lo vale todo, que ya tiene web yolandaestrada.es- acudió acompañada por Jesús Ortega, uno de los nombres que llevaba en su candidatura para presidir el PP de Pozuelo y que perdió estrepitosamente. Jesús la llevó en coche a la iglesia y luego a su casa. Como una reina.
Estrada dio la nota en Caná, según me cuentan los que estuvieron cerca de ella. Para empezar se sentó en la nave lateral, pero en primera fila, para ser bien vista. Y no paró de cuchichear con su chófer Jesús Ortega. Incluso se tiró diez minutos lanzando improperios vuelta al banco de detrás. Quizá estuviera hablando sola: no lo sé. Tanto es así, que algunos asistentes se cambiaron de sitio porque distraía. Pero a Estrada le trae sin cuidado la corrección. Me cuentan que incluso amenazó a alguno con que su novio estaba a punto de llegar. Mentira podrida, pero así es ella: te amenaza con su pareja pero luego te llama machista si publicas que se aprovecha de la relación íntima con el Secretario General del PP en Madrid para colarse de rondón en la lista de posibles candidatos a la alcaldía de Pozuelo. Juan Carlos Vera debería huir porque le acabará hundiendo su carrera política, pero él sabrá.
En fin, creo que antes de proponer a alguien como candidato a alcalde, el PP debería obligarle a pasar un examen psiquiátrico. Al menos, en Pozuelo.
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