Y el PP de Pozuelo se partió en dos… en Navidad
Noche de paz, noche de amor. Yo pensaba que la copa de Navidad del PP de Pozuelo, celebrada ayer en un local de la Ciudad de la Imagen, sería un reflejo de estas fiestas. Pero no. El ambiente se podía cortar. Y no era precisamente por culpa de su presidente local, Enrique Ruiz Escudero.
Para empezar el PP de Pozuelo fue contraprogramado. Por Antonio González Terol en su copa pepera de Boadilla del Monte. Y claro, como suena a candidato a la Comunidad de Madrid, para allá que fue toda esa caterva de paniaguados que se mueven en torno al líder político triunfante.
Y en Pozuelo estaban los que son de Pozuelo o les importa Pozuelo. Estaban los afiliados de base, los que permanecen al margen de los líderes de cada momento. Todos los demás se esfumaron: porque a esos les importa más su bolsillo que Pozuelo. Bueno, también estuvieron los topos espías, que siempre se mueven en la oscuridad, como el jefe de gabinete de la alcaldesa, Luis Pelegrina, o la ex concejala de Jesús Sepúlveda, Yolanda Estrada.
Súper Yoli Estrada merece una mención especial. Me cuentan -y son mujeres las que lo afirman- que no se podía reír para no descascarillarse por el maquillaje que llevaba, aunque no se había lavado el pelo. Que además se pasó toda la intervención de Ángel Garrido hablando en alto, lo que impedía oír a los que tenía alrededor. No hay que extrañarse: es que vive tan cerca del mercadillo que se le han pegado modos y maneras de verdulera. Pero se marchó enseguida porque la esperaba su novio Juan Carlos Vera para cenar en Boadilla con Antonio González Terol.
Luis Pelegrina -el corcho le llaman por su capacidad de flotar en todos los líquidos- estaría allí por órdenes de la alcaldesa Quislant. Ella no fue porque contraprogramó también a Ruiz Escudero con una entrega de premios a los mejores escaparates del municipio. Se confirma que le importa un carajo Pozuelo y los afiliados del PP, pero tiene mucho interés en que no se vacíe su bolsillo por lo que dicen que Vera le ha prometido un buen carguito si cocea al actual líder local del PP.
Más sangrante es la lista de los ausentes. A los que no les importa Pozuelo ni un carajo. O a los que les importa más tener su bolsillo lleno que servir a los pozueleros. El más pornográfico de todos es Pablo Gil, actual secretario general del PP de Pozuelo, que ni apareció por el acto de la Ciudad de la Imagen. Pero sí que estuvo en otro evento simultáneo en Coslada, con Terol, y aún le dio tiempo para sentarse a cenar con los peperos de Boadilla del Monte. Pablo últimamente hace la guerra por su cuenta. Sólo ha trabajado en lo público y teme que se le acabe el chollo.
Me alegró especialmente la presencia de Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, de Paloma Adrados, presidenta de la Asamblea de Madrid y anterior alcaldesa de Pozuelo, y de Jaime de los Santos, consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la región.
Allí estaban también los que fueron concejales del PP en anteriores legislaturas. Buen detalle, que en lugar de sumarse a la ola de Juan Carlos Vera estuvieran en Pozuelo, fieles a sus principios. Olé por Nacho Costa, ex concejal de Deportes; por Maria Jesús Castillo, ex concejala de Educación; por José María Mayo, ex concejal de Hacienda, por Isabel González, ex concejala de Cultura. Y por Félix Alba, a quien la alcaldesa Quislant puteó hasta que consiguió que dimitiera.
También estaban los actuales concejales Beatriz Pérez, Almudena Ruiz, Diego de Arístegui, Carlos Ulecia y Mónica García. Y ya.
Sin duda, el que resulte candidato del PP a la alcaldía de Pozuelo deberá elegir entre sus colaboradores a los que estuvieron al pie del cañón ayer en la Ciudad de la Imagen. Y no para espiar, sino para sumar.
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