Casinos y salas de juego, ¿en qué se diferencian?
De un tiempo a esta parte se habla mucho de lo que están llegando a proliferar las salas de juego, tanto en ciudades grandes como en pueblos de pocos habitantes.
Muchos piensan, sin haber entrado, que se trata de casinos pequeños; otros piensan que se asemajarán bastante a las típicas salas recreativas que tanto éxito tuvieron en las décadas de los 80 y 90. Realmente, estas salas tienen unas peculiaridades y no son por capricho, sino que son las administraciones autonómicas competentes en el juego quienes dictan qué puede incorporar y qué no una sala de juego a su oferta. Por tanto, es importante saber lo que podremos encontrar en ellas si es que buscamos algo en concreto.
El elemento común, lógicamente, es que está prohibido el acceso a menores de 18 años, aunque también, en función de las comunidades autónomas en que operen, las salas de juego pueden tener restringido el acceso a personas con problemas de adicción a sustancias (o al juego lógicamente) o afectadas por la enajenación mental. El ambiente debe ser lo más sano posible. También hay casinos que cooperan con las agencias de autolímites para no autorizar la entrada a personas que se han restringido ellos mismos la entrada a diferentes locales.
En cuanto a sus diferencias, las salas de juego están pensadas para acudir de manera informal, incluso regularmente, sea en grupo o de forma individual, y no requieren vestir de etiqueta. En parte se puede comparar con la entrada a locales de restauración y hostelería. En este sentido, además, cuentan con precios bastante asequibles, como ha sucedido con los bingos tradicionalmente. Los casinos, o al menos los más prestigiosos, exigen etiqueta para acceder, y están enfocados a que al acceder nos sintamos especiales, parte de una élite, es parte de su atractivo. Además suelen enriquecer la experiencia con diferentes ofertas culturales: música en directo, exposiciones, presentaciones, eventos benéficos y demás, y suelen poseer una carta de restauración muy interesante. Los más accesibles tienen menús económicos también, pero existen casinos que son más famosos por su cocina de autor que por sus juegos.
Hablando de juegos, que es el elemento principal, no obstante, de los casinos y salas de juego, algunos son coincidentes y otros no. Los juegos que precisan de un croupier, como el poker o el blackjack, son reservados para los casinos. Estos incorporan además los juegos disponibles en las salas de juego. Pero ¿entonces no es posible jugar al poker y al blackjack en las salas que encontramos a pie de calle? Sí se puede, pero a través de una mesa de blackjack electrónica, en la que tapete, cartas, fichas y croupier forman parte de una pantalla, algo muy similar a lo que veríamos en la pantalla de nuestro smartphone u ordenador cuando accedemos a un casino online.
Lo mismo sucede con el poker, que en realidad sería videopoker en el caso de las salas de juego. Esto no quiere decir que la experiencia sea exactamente igual que la de jugar desde casa, ya que la forma de la mesa se asemeja hasta el más mínimo detalle a las lujosas mesas de los casinos, pero la manipulación de las cartas y fichas es meramente electrónica, como el cualquier otra máquina a la que tengamos acceso dentro de la sala (tragaperras, ruletas, displays de apuestas deportivas, etcétera).
¿Qué otras diferencias respecto a la manera de jugar podemos encontrar entre casinos y salas de juego? En los casinos se organizan regularmente torneos y campeonatos de poker, desde los semanales, más asequibles y de ámbito local, hasta, en según qué ciudades, auténticos circuitos nacionales o tours a nivel mundial. En las salas de juego, tenemos la posibilidad de hacer jugadas combinadas para maximizar las posibilidades de ganar premios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los bonos de bienvenida que se pueden encontrar en los casinos online, o el hecho de poder jugar con dinero ficticio para probar las máquinas tragaperras virtuales o las diferentes modalidades de juego en ruletas o juegos de cartas, son opciones no disponibles en las salas de juego presenciales.
¿Por qué están triunfando las salas de juego, sobre todo entre los más jóvenes? Son prácticamente los nuevos salones recreativos, pero en los 80 y 90 se introducía la moneda y se jugaba hasta que terminaba la partida, mientras que las máquinas de tragaperras, ruletas o blackjack ofrecen la posibilidad de ganarle dinero a la máquina. Los locales están climatizados, tienen todo tipo de comodidades y oferta de restauración, y los juegos son mucho más visuales de lo que recordamos de las máquinas que siguen existiendo en muchos bares. Suelen estar además tematizadas con personajes de las películas y sagas más punteras de la industria cinematográfica o con celebridades del mundo de la música o del deporte, y tienen un trasfondo en la historia de la máquina (es decir, no se trata sólo de accionar una palanca para que un riel dé vueltas), además de que este tipo de juegos se están integrando cada vez con más frecuencia en videojuegos de gran relevancia como GTA Online The Diamond Casino Resort o Red Dead Redemption 2. Por supuesto el hecho de poder ver con amigos en grandes pantallas los eventos deportivos apostando y tomando un refrigerio también son poderosos reclamos, tanto en invierno como en el periodo estival.
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