¡Damián, céntrate!

Qué desastre de oposición de Ciudadanos Pozuelo. De pan y circo. De fiestas populares y fotitos. De declaraciones sin sustancia y sin claridad. Así es el Twitter">twitter de su portavoz, Damián Macías.

Este representante de los naranjas en el Ayuntamiento de Pozuelo no hace más que dar titulares, pero no por su dedicación a la política local. Y cuando lo hace está más perdido que Adán en el día de la madre.

Hace dos días Damián publicó una carta abierta a los pozueleros, a través de su cuenta de Twitter, haciendo balance de las Fiestas de la Consolación. Hizo un pantallazo de su misiva y lo subió como foto. A día de hoy nadie le ha contestado. Quizá por la poca profundidad de lo expresado y la abundancia de tópicos.

Allí habla de la “cálida bienvenida que me han ofrecido todos los pozueleros”, de su "firme voluntad de trabajar para mejorar la vida de los vecinos” -menos fotos y más trabajar- “mediante la implantación de políticas coherentes, serias y eficientes” -olé por el topicazo y la palabra hueca-. Continúa Damián afirmando que “esa convicción de servicio público no ha hecho más que acrecentarse después de mi experiencia en estas fiestas”, y yo me pregunto si confunde la fiesta con el servicio público y si piensa que ser portavoz de la oposición es estar todo el día de party.

Sigue diciendo el curioso comunicado que, además de conocer a gente maravillosa, ha “podido constatar los fallos que se cometen desde el actual gobierno en la planificación y ejecución del programa, que lucharé porque [sic] no vuelvan a suceder”, afirma el portavoz de Ciudadanos en Pozuelo.

Quizá hubiera sido más eficaz redactar una nota de prensa contando a todos los vecinos, a través de los medios de comunicación locales, cuáles han sido los fallos de planificación y ejecución del programa de fiestas. Pero eso debía suponer ya mucho trabajo al portavoz.

Probablemente hubiera tenido mayor repercusión haber enviado el comunicado que ahora nos ocupa a los periódicos locales. Lo habrían leído más personas que los aduladores de su cuenta de Twitter. Y se habría evitado también cometer el desmán ortográfico del “lucharé porque no vuelvan a suceder”. Cualquier periodista lo hubiera corregido por un “lucharé por que no vuelvan a suceder” o un “lucharé para que no vuelvan a suceder”.

Cosas de amateurismo político.