La venda en los ojos que tiene la izquierda con la Iglesia: ahora con Caná
Pozuelo no concita el interés por su cultura, aunque el MIRA nos haya dejado gloriosos episodios. Tampoco por su deporte, aunque el CF Pozuelo, sin medios, logra colarse entre los titulares deportivos. En cuanto a su gastronomía no llama la atención, a pesar de la organización contínua de Pozuelo de Tapas.
Sin embargo, hay algo por lo que somos conocidos, más allá incluso de las fronteras de la Comunidad de Madrid: la parroquia de Santa María de Caná.
Alberga la Fundación Caná -antes ADIPO- que atiende a más de 40 personas con discapacidad. También es sede de Red Madre, que se dedica a la atención a mujeres embarazadas y madres solteras, como salida más que digna al drama del aborto. Colaboran con la Asociación Cenáculo, que tiene como finalidad ayudar a las personas que han caído en drogadicciones.
Todos los jueves por la noche cientos de jóvenes se reúnen en torno a su párroco Jesús Higueras para asistir a una bendición eucarística y una oración en común. Catequesis de niños, de jóvenes, de adultos. Charlas para mejorar las relaciones en los matrimonios. Reuniones del movimiento carismático. Clases de teología. Acción Católica. Grupo Betania, para ayudar a las mujeres separadas. Retiros. Peregrinaciones.
Más de 60.000 euros mensuales salen de los feligreses de Caná destinados a Cáritas y otras personas e instituciones con necesidades.
Cuatro misas diarias, una a las 7:45 a la que acuden regularmente más de un centenar de personas. Seis misas los domingos, a una media de 1.500 asistentes por misa -se llenan bancos y pasillos- arroja la friolera de 9.000 personas distintas cada domingo.
En el WiZink Center, si está hasta la bandera, caben 17.000. En el Palacio Vistalegre Arena 15.000 si consiguen llenarlo. Y en Caná 9.000 cada domingo.
Pozuelo es conocido sobre todo por Santa María de Caná. Y esta Iglesia está muy unida al nombre de su párroco, Jesús Higueras, quien la levantó desde cero con la generosa aportación de miles de personas.
Con tanto trajín social y fervor popular, las instalaciones se les han quedado pequeñas. Tú me pides como quien eres y yo te doy como quien soy. Dios ha premiado tanta labor abnegada y servicio desinteresado. Y qué cosa más lógica que pedir al Ayuntamiento que ceda la parcela contigua para construir un nuevo edificio que se adecúe a la realidad de lo que hoy es y representa Santa María de Caná. Piden nuevas instalaciones y trasladar las viviendas de los sacerdotes de los bajos de la parroquia al nuevo edificio. Y reorganizar así el sótano buscando más espacio para las actividades. Y contar con más instalaciones en ese edificio anexo.
La Comisión de Reglamentos y Normas del Ayuntamiento de Pozuelo acaba de aprobar tal petición. Aunque con el rechazo del PSOE y de Somos Pozuelo.
El Grupo Socialista se niega porque considera que es un trato de favor a la Iglesia Católica. Somos Pozuelo porque dice que “los recursos públicos deben servir al interés general, y destinarlos a reducir las graves desigualdades que hay en Pozuelo, no regalárselos a una de las instituciones más poderosas de nuestro municipio”. Ahí es nada
Santa María de Caná hace más por los desfavorecidos que todo el resto de instituciones solidarias de nuestro municipio juntas. Sin ánimo de menospreciar na ninguna, a los datos me remito.
Esto es electoralismo barato. Sectarismo. Mucho me temo que la izquierda pozuelera va a perder los pocos votantes de credo católico que todavía conservaba en Pozuelo.
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