Mujeres y póker: cómo ha cambiado la situación en la última década
Del mismo modo que la frase “si no estás en internet, no existes” se ha convertido en una de las verdades absolutas relacionadas con el entorno online, hay otro dicho igualmente extendido que afirma que “internet nos otorga anonimato”. Es precisamente detrás de este supuesto anonimato tras el que muchos se esconder, por ejemplo los trolls o algunos ciberdelincuentes, pero también lo hacen miles de personas sin ánimo de maldad, tales como tímidos o personas con algún tipo de limitación física o sensorial. Por supuesto, cualquiera puede construirse una vida a su medida en internet, y puede diferir en gran medida de su vida offline, y esto tampoco significará que sea un troll o una persona a la que le cueste relacionarse en entornos presenciales, simplemente, desarrollan otras facetas a través de internet sin necesidad de revelar sus datos personales o información que consideren sensible o privada.
Dicho esto, planteemos cuál era el papel de la mujer hace un par de décadas en el mundo del póker: en los salones especializados y casinos, la mujer era simplemente un objeto ornamental, un reclamo para los jugadores, por norma general, hombres. Era muy difícil que una mujer se sentase a jugar en una mesa, no porque no supiese jugar, sino porque normalmente era rechazada como competidora, en una violencia silenciosa. Hace un par de años, Aaron Sorkin llevó a la gran pantalla Molly’s Game, la biografía de Molly Bloom, a al que se apodó reina del póker, y no precisamente por ser una gran jugadora, sino por convertirse en la más importante organizadora de partidas privadas de su época. La protagonista (interpretada por Jessica Chastain) comenzaba como secretaria de un magnate pero se empoderaba tras observar entre bambalinas las partidas que se jugaban en las instalaciones de su jefe, y creaba un verdadero imperio en el que luchaba, además, precisamente contra el estigma de la mujer florero en el mundo del poker. Una lucha que se nos antoja casi contemporánea pero que hay tiene cierta solera.
Muchas mujeres, pues, amantes de este juego, vieron el cielo abierto cuando internet puso a su disposición las primeras partidas de póker online en salas como 888, ya que les permitían competir contra cualquier otro jugador escondidas tras un pseudónimo. En este sentido, internet ha supuesto la igualdad de oportunidades en un territorio que efectivamente era muy hostil a la mujer. Cuál habrá sido la sorpresa de muchos cuando hayan visto que la persona que respondía a un pseudónimo ganaba la entrada a un torneo o circuito nacional de póker en un satélite online y cuando se presentaba en dicho evento presencial, era una mujer. Por norma general, las mujeres se sienten muy cómodas jugando al póker y disfrutan mucho del componente estratégico de este juego.
En estos momentos, hay algunos nombres femeninos que destacan sobre los demás, como los de Barbara Enright o Terry Kings, quienes son consideradas auténticas pioneras de la inclusión de la mujer en el mundo del póker. Vemos como recientemente Vanessa K Selbst, quien es considerada en el momento presente como la mejor jugadora de póker de la historia, a sus 35 años de edad tuvo la oportunidad de retirarse del mundo de la competición con tan sólo 35 años de edad y 12 de trayectoria, tras haber cosechado un éxito tras otro. Afirma que en estos momentos no está interesada en la exhaustiva dedicación y disciplina necesarias para mantenerse en lo más alto (en 2014 se colocó en primer lugar en el top 10 del Global Póker Index) y ha conseguido tres brazaletes de oro de las World Series of Poker, la máxima condecoración que pueda recibir un jugador. Las mujeres españolas también han llegado alto en el mundo del deporte (ahí tenemos a la medalla olímpica Mireia Belmonte, por ejemplo), y también en el mundo del póker, como muestra, Leo Margets, que lleva en el mundillo desde 2006 y no tiene pensado retirarse por el momento.
Precisamente en estos momentos está a punto de estrenarse el documental Poker Queens, dirigido por Sandra Mohr y en post-producción a fecha de hoy, que cuanta con algunas de las mujeres mencionadas como artistas invitadas. El documental muestra entrevistas y dramatizaciones que recrean la lucha de las mujeres por integrarse en este mundo de hombres y pretende estrenarse a propósito del 50 aniversario de las World Series of Poker para recrear la llegada del género femenino a este gran campeonato que es el mayor referente de este juego.
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