Sobre la Escuela Infantil La Encina
El año pasado, a final de curso, salió a concurso por dos años la licitación de esta escuela. Algunos padres, con interés para ello, observamos que los números del contrato no salían: se requería más personal de que había ya contratado, no se contemplaba la subida de convenio, había muchos elementos que se especificaba de la anterior empresa y por tanto habría que reponer... y además la gratuidad de la educación infantil para este curso.
Así pues, con cierta preocupación, vimos (pues los videos de las aperturas de propuestas, así como los pliegos y demás documentación están en la Web) como, de las dos empresas nuevas que se presentaron (no lo hizo la que estaba hasta ese momento) se adjudicaba el contrato a una UTE cuyas empresas gestionan otras escuelas en Castellón y Madrid (si buscan detenidamente en Internet se podrán hacer más idea de estas empresas)
El principio de curso fue un tanto atropellado, algo que los padres pudimos ver entendible para alguien que acaba de llegar, si bien había algunas cosas que deberían de tener muy claras quienes se dedican ya en otros centros a educar a bebés. Estas cosas más llamativas son la inexistencia de reuniones informativas sobre el desarrollo del curso y del día a día de la escuela y objetivos del curso, de envío de menús, o de un medio de intercambio de información entre los padres y tutores, pues se dijo que las agendas pagadas y entregadas por el ayuntamiento no iban a ser usadas. O el incumplimiento de las condiciones de la licitación, como no tener todo el personal solicitado y comprometido, o no dar las horas de iniciación al inglés que se fijaron.
Antes este "desorden" se mantuvo una reunión con la concejal de educación el 2 de octubre. A esa reunión acudimos varios padres, con un escrito firmado por varios más en el que se ponía de manifiesto estas y otras circunstancias, y se nos pidió paciencia, literalmente.
Una semana más tarde pudimos tener esa reunión, a la cual, en el aula de las hijas de los que habíamos estado presentes en la reunión, se incorporaron la concejal y una técnico, Cuca.
Ese día, un mes después de empezar el curso, se nos da información sobre el desarrollo del mismo, quien será la teacher, que no podemos pasar de 4 a 4:30 a por los niños con ampliación de horario porque están merendando, que se colgarán carteles en el corcho para saber si nuestros hijos han comido bien o no, o si han hecho caca en clase, que llevemos libros de casa para hacer la biblioteca del aula.
Sin embargo un mes más tarde pocas cosas habían cambiado. De hecho, algunas habían empeorado.
Así nos encontramos con que el único pescado que figura en los menús, es merluza, que salvo que se diga lo contrario, la carne es pollo (3 día en semana), que los menús no se pasan con alérgenos, que la escuela sigue desangelada, faltando a todas vistas elementos en los que apoyar el desarrollo de los niños (no hay casi juguetes para el juego simbólico, los poco libros que se han llevado son los que los padres aportan reconociendo los niños que son suyos y llevando a peleas por los mismo, los adornos de Navidad son los que se hacen en un taller de padres con espumillón, depresores linguales, bolas de poliespan y purpurina,...)
Y aún había cosas más graves, incluso habiéndose impedido el acceso a las aulas, hemos visto cómo se rehusaban guantes para el cambio de pañales, o se secaba a los niños con toallas que se volvían a guardar y no con papel mecha (por cierto, ello colaboró a una expansión de un virus boca, mano, pie) Y la mayor parte de los niños salen con hambre (yo personalmente he visto que la merienda de mi hija, la cual se daba a las 16:00, cuatro horas después de la comida) consistía en una loncha pequeña de jamón y un trozo de barra de pan de un dedo de grosor. Y las condiciones de la licitación seguían sin cumplirse; e incluso se echa (fin de contrato) a una tutora cuando la propia licitación dice que se evitarán los cambios en el personal docente durante el curso, y además faltaba personal del comprometido.
Ante todo ello, mantenemos reunión con la concejal de área. El trato recibido fue tal que lo pusimos de manifiesto a VOX, y si bien es cierto que desde concejalía pidieron disculpas, fue la semana de aprobación de los presupuestos, no se ha corregido nada. De hecho los problemas se acrecientan.
Personalmente mi hija ya no está ahí, he tenido que trasladarla a un centro privado. Ella, tras la segunda reunión, de forma repentina, empezó a tener pavor de ir a la escuela. Tanto, que solicité la intervención de Atención Temprana, que dijeron que dejara de llevarla yo porque le transmitía mi negatividad contra el centro,; hoy sé que es porque se la estaba dando comida que se advirtió, informe médico mediante, debería ser evitada por problemas de intolerancia alimentaria, y lo sé porque la directora y la cocinera lo admitieron al volver de vacaciones de navidad. Desde que está en la nueva escuela la niña no ha tenido ningún problema intestinal, ni dolor de tripa, ni diarreas ni nada. Por cierto, tampoco problemas de adaptación ninguno, y salvo los escasos días en los que me indican que no ha arrendado bien, hasta más allá de las 19:30 no pide nada de comer.
También en esa "conversación" mantenida con la cocinera y la directora, no sólo se dijo que se estaba exponiendo a mi hija a alérgenos, si lo que también hubo perlas que de conocerlas más padres, también les habrían escrito. Así supe, por ejemplo, que la única fruta que entra en la escuela es manzana y pera, o que la base del puré de bebés es patata con un poco de verdura dependiendo del día, y, en su caso, algo de proteína.
Ante todo ello, y el despotismo que tuve que sufrir ese día, preparé una carta en la que solicitaba la baja de mi hija e indicaba los motivos, carta que llevé a la escuela para que me firmaran, pero que se negaron a hacerlo (estando la directora y responsables de la UTE), por lo que no me quedó más remedio que tenerla que presentar por registro en la oficina de Calle Volturno.
Respuesta del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón
Tras la Carta al Director recibida, Diario de Pozuelo se puso en contacto con el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón para conocer su versión sobre la situación de la E.I. La Encina, esta ha sido su respuesta:
Desde la apertura de la Escuela Infantil La Encina en el curso escolar 2005/2006, forma parte de la Red Pública de Escuelas Infantiles de la Comunidad de Madrid. Todas las Escuelas que pertenecen a esta Red comparten actuaciones conjuntas conforme al marco normativo regulador del régimen jurídico del servicio.
La Escuela Infantil cuenta con la supervisión de la Inspección Educativa, Equipo de Atención Temprana y Técnicos Municipales que velan por el buen funcionamiento y la seguridad de los menores. La mayoría del equipo de educadoras de La Encina tiene una dilatada trayectoria profesional en la propia Escuela, garantizando la atención personalizada de los niños y sus familias .
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