Los comerciantes locales de Pozuelo son nuestras flores
Hoy querría compartir con vosotros la belleza de Las Flores (con mayúscula, porque me refiero a una galería comercial que lleva este nombre) y de cómo su lenguaje traspasa fronteras.
Hace unos días subí a Connect un post acerca de la labor de nuestros comerciantes en tiempos de covid-19. En cuestión de minutos, en esta red de Local Guides (guías locales de Google Maps), el nombre de Pozuelo se pronunciaba desde Argentina a Bangladesh.
Vivimos en una ciudad completa y vital, pero en mi opinión su esencia viene de aquel pueblo que sigue vivo dentro nosotros y en nuestros mercados.
Hace algunas semanas muchos mayores –y no tan mayores- comenzamos a desesperar cuando no conseguíamos hacer la compra online; nos sentíamos como quien se muere de sed, pero a su alrededor solo hay desierto, sin nada en el horizonte que prometa aliviar su situación. Y aquí es donde floreció el oasis de la Galería Comercial Las Flores.
Se llama así por el nombre de la calle. Habría que preguntarle a la Cronista de la Villa Esperanza Morón por su origen. Pero ahora nos referiremos a ellas en sentido figurado. La agilidad con que todos han coordinado sus recursos familiares para repartir pedidos telefónicos, su sensibilidad hacia nuestros mayores, la cercanía en el trato y su espíritu de servicio se traducen en conversaciones como las que siguen.
-¿Es usted Casimiro, de la carnicería?
-El mismo, señora.
-Soy Begoña. Es que quería hacer un pedido pequeño.
-¡No hay pedido pequeño!, le tomo nota.
Gracias, carnicerías –como De La Rocha, dignos sucesores del mítico Alfredo- por servir proteínas a Begoña. Os dedicamos las flores de la verbena (la verbena es el icono del encanto), porque sois un encanto.
-¿Dónde estoy llamando? Es que este móvil no hay quien lo entienda.
-Soy Pedro, de la frutería.
-¿De Maybu? ¿El hijo de Pili, de toda la vida?
-Sí, ¿usted es Eulalia, no?
-¡Cómo me reconoce! Solo quería darle las gracias, lo que me ha traído su hija está justo como lo que quería: los pepinos bien duros, las ciruelas maduritas, ¡y qué sabrosos los tomates! Ah, gracias por el perejil, se me olvidó pedirlo, qué alegría me ha dado.
-Solo faltaba. Maybu, allá va vuestro Jacinto (el Jacinto azul significa constancia) para tres generaciones.
-¿Estoy llamando a los Aparicio del Pueblo o de la Estación? Es para saber si puedo pedir el pescado por teléfono. Soy Julio.
-¿Qué tal, todo bien en casa, Don Julio? Todos tomamos pedidos, no se preocupe.
-Quería boquerones.
-¿Lo de siempre? Medio kilo de los grandes sin espina y otro medio de pequeños; se los limpio como a usted le gusta.
-Cómo lo sabe. ¿Cuánto es con el envío?
-¡Pero cómo le voy a cobrar el envío!
Familia Aparicio, familia de dalias (según su color, las dalias representan agradecimiento-malva, unión-amarilla y hacer felices a los demás-rosa).
-¿Dígame? Soy Isidro, de la pollería.
-Quería un cuarto de gallina y huevos... dos cositas nada más.
-¿La gallina es para caldo?
-Sí, que estoy un poco resfriada, y mi hija no puede entrar en casa, por lo del contagio.
-Pues le pongo unas carcasas de pollo, cortesía de la casa. Y a cuidarse, que se mejore.
-Y ¡vaya si me cuidáis! Esta misma mañana, en la droguería de Dr. Cornago, me han dicho "señora, yo le llevo a usted lo que quiera, como si es solo una botella de lejía".
A la Droguería Montes y a las dos pollerías: que encontréis en la ruta del reparto violetas azules (la violeta azul es la flor de la confianza).
-La Extremeña, dígame. ¡Buenos días por la mañana!
-Qué buen humor, Miguel, así da gusto. Aquí Braulio.
-¿Padre o hijo?
-Padre, padre... mi hijo está a tope, con los niños en casa y teletrabajando.
-Déjeme adivinar... una cuña de manchego semicurado y cuarto y mitad de york finito, finito... ¡transparente se lo voy a cortar!
Y mientras lo prepara, comentando anécdotas de la histórica Adelina, se ofrece a llevarle cosas de la panadería de enfrente. Tras esa vitrina de La Extremeña, al aroma del jamón ibérico se une el de la gerbera (las gerberas transmiten alegría y energía).
Pero Andrés el panadero acaba de fallecer. El coronavirus no entiende de buenas personas; se llevó a este pionero en el servicio. Andrés: todos te recordaremos en tu furgoneta, repartiendo pan y cariño por las casas de Pozuelo. El lirio representa un saludo, así que te enviamos el más bello de todo Pozuelo, desde el mercado y desde nuestros corazones.
Y, sin embargo, no hay crisantemos ni tulipanes negros en el mercado, su mirada está puesta en dar vida y seguridad a una generación que merece todo nuestro respeto y nuestro apoyo. Solo me queda decir a mis ADMIRABLES FLORES DEL MERCADO: GRACIAS POR ESTA PRIMAVERA.
Reacciones de todo el mundo
“Las crisis pueden sacar lo peor o lo mejor de nosotros, está en cada uno decidir… ¡bravo por los habitantes de Pozuelo!” @Kroza (Misiones, Argentina)
“He disfrutado leyendo tu historia sobre los héroes locales” @AdamG (Melbourne, Australia)
“Inspiradores y llenos de alegría y esperanza en estos tiempos de cuarentena, donde los más afectados son los adultos mayores. Ya me gustaría conocer tu pueblo.” @FaridMonti (Argentina)
“Maravilloso homenaje al pueblo de Pozuelo, del que doy fe son una familia.” @MaviAlfaro (Madrid, España)
“Estoy orgullosísimo de nuestros comerciantes.” @Bleidraner (Nueva York, Estados Unidos).
“Las plazas y mercados están dando un excelente servicio en las localidades con los repartos a domicilio y veo que en Pozuelo y en la Galería Comercial Las Flores, se están esforzando especialmente por ello”. @AlejandraMaría (Sevilla, España).
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