Españoles desperdician 130 litros de agua: ¿cómo revertir la situación?
Un estudio ha revelado que el desperdicio de alimentos, sumado a los productos que caducan, supone un desperdicio de más de 130 litros de agua por día.
Según la investigación, realizada por un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid, ello equivale a una bañera llena de agua.
De acuerdo con la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), la mayor parte del agua que consumimos no es aquella que sale del grifo, la ducha, el baño o la cocina, sino aquella que se usa en la “cadena de suministro de bienes y servicios”. Se trata del líquido se se encuentra oculto en cada objeto, alimento, viaje o trabajo.
La institución ha hecho hincapié en la necesidad de reducir el desperdicio de alimentos porque afecta directamente en el medio ambiente. Así, sostiene que la huella hídrica —la cual calcula el agua
empleada en la cadena de suministro de un producto—, permite cuantificar el impacto ambiental relacionado con el agua.
Así, por ejemplo, en la agricultura se emplean miles de litros de agua. Para producir un kilo de café se emplean 18.900 litros de agua, cantidad similar que se encuentra en un plátano. La organización considera que el agua y la alimentación están estrechamente relacionados, por lo que considera que el uso de los recursos está justificado cuando los productos se consumen. El problema ocurre cuando estos se desperdician y terminan en la basura.
El desperdicio de alimentos acarrea consigo grandes pérdidas de recursos naturales limitados, entre ellos la pérdida de agua dulce, un elemento escaso hoy en día. La recomendación es planear bien las compras antes de salir de casa, así como dar una segunda oportunidad a aquellos alimentos que sobran en la mesa. Por último, es necesario conservar los productos en lugares adecuados para evitar que el clima los eche a perder.
Por otro lado, es necesario realizar cambios en nuestro día a día para evitar el desperdicio de agua en nuestras actividades diarias. Es importante priorizar las tareas cotidianas manuales, y utilizar electrodomésticos cuando sea realmente necesario. En este sentido, la responsabilidad del usuario recae al comprar un aparato, ya que debe comprobar su eficiencia energética y de consumo. Y es que, en el mercado hay productos y marcas que regulan su consumo y brindan opciones eco amigables, por ejemplo algunas lavavajillas incorporan el programa ActiveWater y disponen que eficiencia energética A+++. Este tipo de sistemas y clasificación son características que el usuario debe buscar en un producto. Otros productos como las lavadoras han incorporado la posibilidad de reutilizar el agua del segundo enjuague, lo cual ya supone un importante ahorro.
Los especialistas recuerdan que el ahorro de agua es uno de los objetivos sostenibles de la ONU con miras al 2030. Europa es uno de los continentes que debe reducir el desperdicio de agua y alimentos. Actualmente, genera el 14 % del desperdicio mundial de alimentos, en tanto que España es el sétimo país del continente donde más comida termina en la basura, con 7,7 millones de toneladas.
Para reducir estas cifras, han surgido iniciativas con apoyo del sector privado. La meta es reducir en un 0,75 % este desperdicio para los próximos años.
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