¿Celebramos la desigualdad en Pozuelo a través de sus fiestas?
El Ayuntamiento de Pozuelo, liderado por la alcaldesa Paloma Tejero, ha tomado una decisión que ha dejado a muchos vecinos perplejos y descontentos. Las dos grandes fiestas del municipio, las de la Estación y las del Pueblo, están sufriendo un proceso de transformación que no parece beneficiar a nadie.
La nota de prensa enviada por el Ayuntamiento, en la que informan sobre el programa de las fiestas del Carmen en Pozuelo Estación, parece un ejercicio de malabarismo político: mucha información, pero nada realmente relevante. Las fiestas de la Estación, ahora en julio, no contarán con la presencia de ningún artista de renombre, rompiendo con una tradición que siempre había sido un atractivo destacado. ¿Será esta sobriedad una decisión presupuestaria? ¿O una falta de interés? ¿O quizás una forma de castigar a ciertos sectores de la población? La falta de actuaciones destacadas parece un desaire a los vecinos, especialmente a los del barrio de la Estación.
Por otro lado, las fiestas del Pueblo, tradicionalmente celebradas en septiembre y con mayor entidad, han sido desplazadas a una zona limítrofe con Madrid, lejos del centro y de la mayoría de los habitantes de Pozuelo. ¿Por qué estas celebraciones ya no se realizan en el centro, sino en las afueras? Esta decisión parece diseñada para evitar la participación masiva y espontánea de los vecinos, en un claro intento de aislar la festividad de su contexto natural.
El barrio de La Estación, conocido por ser un bastión de votantes del PSOE, ha sido claramente menospreciado. ¿Será la decisión del equipo de gobierno de priorizar una zona casi limítrofe con Madrid y relegar a este barrio a un segundo plano una muestra de favoritismo? ¿O una represalia política? ¿Un modo de premiar a los barrios más afines y castigar a aquellos que no comparten la misma orientación política?
Los vecinos del barrio de la Estación se sienten abandonados y despreciados. ¿La falta de inversión en sus fiestas refleja el poco interés que el actual equipo de gobierno tiene por esta parte del municipio? No se trata solo de una cuestión de fiestas; es una señal de cómo se gestionan los recursos y las prioridades en Pozuelo.
Las fiestas de Pozuelo son un momento de unión y celebración para todos los vecinos, independientemente de su afiliación política. ¿Será que la decisión de centralizar todos los esfuerzos en una sola fiesta, alejándola del centro y dejando de lado a la Estación, es un claro mensaje de discriminación y división?
El Ayuntamiento de Pozuelo, bajo la dirección de Paloma Tejero, ha dejado clara su postura: ¿Será que las prioridades se dictan por la afinidad política, no por el bienestar de todos los vecinos? Esta decisión de desatender las fiestas de la Estación y desplazar las del Pueblo es un ejemplo flagrante de cómo se puede utilizar el poder para dividir en lugar de UNIR. Los vecinos merecen una celebración equitativa y justa, y es lamentable ver cómo se juega con las tradiciones y la cohesión social por intereses políticos.
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