Cayetano Rivera inaugura en Pozuelo los Diálogos Taurinos con un emotivo repaso a su trayectoria y defensa de la Fiesta

El Teatro Mira de Pozuelo de Alarcón se llenó el pasado jueves de aficionados al mundo del toro con motivo de la primera edición de los Diálogos Taurinos de Pozuelo de Alarcón, una nueva iniciativa cultural organizada por el Ayuntamiento para ensalzar la tradición, el arte y el arraigo de la tauromaquia. El protagonista de este primer encuentro fue el maestro Cayetano Rivera Ordóñez, acompañado por los periodistas Gonzalo Bienvenida y Pepe Luis Vázquez, herederos de dos de las grandes dinastías taurinas de España.
La alcaldesa, Paloma Tejero, fue la encargada de inaugurar el acto, subrayando que esta nueva cita nace con vocación de continuidad. “Es un honor abrir el primer Diálogo Taurino, que esperemos sea el primero de muchos: una cita para reivindicar al toro y la tauromaquia, y de paso, el arte de vivir”, afirmó. Durante su intervención, Tejero puso en valor las trayectorias de los tres participantes, destacando su entrega y dedicación tanto desde el ruedo como desde los medios de comunicación.
La regidora quiso dejar claro que Pozuelo de Alarcón es una ciudad donde la Fiesta tiene arraigo y es respetada. “Los enemigos de la Fiesta lo tienen muy difícil aquí. Ésta es una tierra abierta, próspera, orgullosa, profundamente española, y por encima de todo, libre”, recalcó, aludiendo al valor inmaterial, histórico y artístico del toreo. En su defensa, invocó nombres como Goya, Lorca o Hemingway, y cerró con un mensaje de esperanza: “Que los tendidos sigan llenándose y que los aficionados de todo el mundo puedan decir con orgullo que la Fiesta está más viva que nunca”.
A continuación, el coloquio dio paso a un emotivo recorrido por la vida y la carrera del diestro Cayetano Rivera Ordóñez, quien anunció que este año, coincidiendo con el centenario de su dinastía —desde que su bisabuelo 'El Niño de la Palma' tomara la alternativa en 1925— y los veinte años de su debut en Ronda, será el año de su retirada. “La retirada me produce tristeza, pero también orgullo. Ha sido una etapa llena de momentos bonitos y una forma de acercarme a mi familia. Estoy agradecido al toro”, confesó.
Rivera Ordóñez quiso desmentir uno de los prejuicios más comunes sobre el mundo taurino: “Se dice que los toreros no sienten nada por el toro. Es falso. Nadie siente más admiración y respeto por el toro que el torero”. Defendió que la cría del toro de lidia está ligada a la existencia de las corridas, sin las cuales esta raza desaparecería por no ser viable económicamente.
En un tono esperanzador, tanto él como los periodistas Bienvenida y Vázquez coincidieron en señalar una creciente afición entre los jóvenes. “La sociedad está cansada de que le digan lo que tiene que hacer. La juventud está recuperando la libertad individual de escoger sus pasiones”, apuntaron, celebrando la vitalidad con la que se están llenando muchas plazas de toros en la actualidad.
El acto también incluyó una parte artística de gran valor, con la música y el baile de Nuria Cazorla y el cante de Sonia Cortés, que pusieron el broche andaluz a una velada dedicada al arte, la historia y la libertad.
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