Arístegui anima a las firmas españolas a invertir en los nuevos socios de la Unión Europea
El diputado del PP pidió rigor presupuestario en el Foro Pozuelo Gestión del Conocimiento· El concejal de Hacienda insta a los grandes bancos y multinacionales españolas a tener presencia activa en estos países y a las firmas de Pozuelo a explorar estos mercados.
“Las empresas españolas tienen ante sí un desafío único: invertir en los nuevos socios de la Unión Europea”. Así de contundente se mostró Gustavo de Arístegui, diputado y portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso durante su intervención en la segunda sesión del Foro Pozuelo Gestión del Conocimiento. Arístegui, cuya conferencia en este evento patrocinado por el BBVA y que reúne mensualmente a empresarios, políticos y representantes del mundo académico versó sobre “La Constitución Europea, la Ampliación al Este y las estrategias de inversión de las compañías españolas en una Europa a Veinticinco”, pidió al Ejecutivo español una política de contención presupuestaria y de control de precios y a los agentes sociales una clara apuesta por la moderación salarial como fórmulas ineludibles para ganar competitividad respecto a las nuevas economías del Este y combatir los procesos de deslocalización –huída de empresas a países con mejores condiciones salariales, financieros y fiscales- de industrias y negocios.
El diputado popular resaltó la conveniencia de continuar con la estrategia de internacionalización de las empresas españolas inculcada por los gobiernos de José María Aznar y con la recomendación de diversificar las inversiones en el exterior, demasiado concentradas en América Latina y Europa. “Los nuevos socios de la UE ofrecen inmensas oportunidades de negocio, una estabilidad política y económica sin parangón entres las principales economías emergentes y una proximidad geográfica que hacen sus mercados muy atractivos al capital español”, aseguró Arístegui ante un aforo de alrededor de 75 personas que se dieron cita en el Hotel Pozuelo. En su opinión, la mejor forma de minimizar los efectos de la deslocalización de empresas asentadas en España y otros países, como Alemania, Francia, Holanda, Italia o Reino Unido, es seleccionar los sectores en los que la economía española está “mejor preparada para competir, descartar los procesos de producción menos intensivos y apostar por la calidad y la diferenciación y especialización de la que hacen gala en los últimos años los bienes y servicios made in Spain”.
Respecto al rigor presupuestario y la vigilancia de los precios, Arístegui insistió en que son parámetros que se relacionan entre sí. “Una política de estabilidad económica es la mejor garantía para mantener a raya la inflación”, explicó el diputado popular, reducir el diferencial de precios que España mantiene con los países de la zona del euro y seguir aumentando la competitividad de las mercancías y los productos españoles. Arístegui también aprovechó la ocasión para expresar a las empresas la conveniencia de ofrecer a sus interlocutores del Este europeo los conocimientos y experiencia adquirida en las últimas décadas por el capital español en Latinoamérica y otras áreas como el Magreb y Oriente Próximo para plantear inversiones conjuntas en estas latitudes. “Estos países siempre han admirado el papel de España como puerta de entrada de capital a estas zonas geográficas”.
Arístegui, por otro lado, recalcó que otra de las estrategias que el Ejecutivo y las empresas deben poner en marcha para ganar influencia económica en el mundo y en estos países en concreto es incentivar las inversiones públicas y privadas en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). “El aumento de la productividad a través de las nuevas tecnologías, la reducción de este déficit de convergencia de España y la creación, por ejemplo, de centros científicos y de investigación en las industrias vinculadas a la Sociedad de la Información son medidas que redundarán en beneficio de una mayor presencia de las empresas españolas en los países de Europa del Este y en otras zonas geográficas”, afirmó Arístegui.
El diputado popular solicitó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero una pregunta “clara, transparente e inequívoca” en el referéndum sobre la Constitución Europea, al tiempo que negó cualquier contacto entre el grupo parlamentario popular y el Ejecutivo para fijar la fecha de la consulta popular. En este sentido, Arístegui destacó la “importancia trascendental” de la Carta Magna europea, pese a que con la redacción final “España ha dejado de ser un país grande a todos los efectos” y criticó el intento que, desde las filas socialistas, se está acometiendo para tildar al PP de “euroescéptico”: “Es contraproducente para la credibilidad que deben adquirir los ciudadanos respecto a Europa”, ya que todos los partidos deberíamos estar “vigilantes” para acabar con el “desinterés” social y político que, sobre la UE, ha surgido en los últimos años, en especial en los países del Este.
El concejal de Economía, Hacienda y Régimen Interior, Roberto Fernández, que moderó el acto, hizo hincapié en la necesidad de que las empresas españolas afronten “el reto” del Este y de que no pierdan el tren inversor en estos países, donde el capital español sólo representa el 1% del total de las Inversiones Extranjeras Directas (IED) en una de las zonas que más captación de capital ha logrado absorber desde su tránsito y posterior adopción hacia la economía de mercado. El segundo teniente de alcalde de Pozuelo e impulsor del Foro señaló como áreas estratégicas en las que aún se vislumbran nichos de negocio a corto y medio plazo para las firmas españolas al sector de la construcción, de las inversiones inmobiliarias, la distribución comercial y la industria de la moda y de las nuevas tecnologías, e instó a los principales bancos y multinacionales hispanas a explorar y penetrar en unos mercados “en los que ya están sus competidores europeos” y en los que podrían actuar como acicate para la entrada de pequeñas y medianas empresas de la región y, en especial de Pozuelo, “muchas de las cuales están en disposición de dar este salto de calidad” y acudir a mercados internacionales. “Este efecto arrastre que ya produjeron en Latinoamérica y los antiguos Estados miembros de la UE podría trasladarse como modelo válido y eficaz en los nuevos socios del mercado interior europeo”, enfatizó.
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