Los héroes del Aconcagua presentan su hazaña en Pozuelo

La expedición que partiera rumbo a Mendoza el pasado 7 de enero con el ambicioso objetivo de hacer cumbre en el pico más alto del contiente americano, el Aconcagua, se daba cita en la Casa de la Cultura para contar las aventuras y desventuras vividas por el grupo, en lo que ha sido la primera presentación oficial de la hazaña en tributo al patrocinio ofrecido por el Ayuntamiento de Pozuelo, acompañándoles durante todo el viaje.

Recién llegados, y todavía con las marcas que evidencian la cruenta dificultad de la aventura, acudieron los expedicionarios del Reto Marca Aconcagua 2006 a la Casa de la cultura de Pozuelo para contar sus vivencias en un evento lleno de emotividad. La expedición estuvo formada por los deportistas de élite: Theresa Zabell, Chema Martínez, Martín Fiz, Gervasio Deferr, José Emilio Amavisca y Fernando Escartín, así como los montañeros Juanito Oiarzabal y Juan Vallejo, acompañados por los periodistas testigos y participantes de excepción Roberto Palomar y Beatriz Guzmán.

La presentación, conducida por el periodista de Radio Marca, Paco García Caridad, tuvo desde el principio un tuno muy humano y cercano a los medios y público que allí se dieron cita. Se proyectó un video con excelentes imágenes de la fotógrafa que acompañó a la expedición, Beatriz Guzmán, llenas de paisajes coloridos, laderas inhóspitas y nieves eternas que dan una idea de la aventura y del riesgo vivido, pero también de lo unido que sin duda se mantuvo el grupo. Tras las dificultades y las inclemencias vividas, a los expedicionarios se les veía exhaustos pero contentos; Amavisca no paraba de bromear con Chema Martín, su confeso compañero de mus; Juanito Oirzabal no paraba de hablar a diestro y siniestro en un agradable baño de multitudes, mientras Roberto Palomar, que tuvo que hacer de montañero por el día y periodista por la noche, no podía ocultar la sonrisa de satisfacción por el éxito del proyecto.

En el acto, el alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda, que había prometido reunirse con la expedición en uno de los campos base, y que por supuesto no hizo, recibió de manos de Juanito Oiarzabal la bandera del Ayuntamiento de la localidad que la expedición colocó en la cima cuando la expedición hizo cumbre en el Aconcagua. Para ser objetivos, no todos hicieron cumbre; Deferr se quedó en el campo base a 4.000 metros, Theresa Zabell poco después, y Amavisca a escasos 100 metros; pero eso es lo de menos, pues la expedición ha mantenido al país pendiente durante 20 días, y de paso nos ha acercado la realidad de un deporte un tanto menospreciado. Los diez valientes se fueron siendo unos perfectos desconocidos, y vuelven siendo un grupo de amigos y unos verdaderos héroes de los que hay que estar orgullosos.