Más de 400 vecinos se acercaron a Somosaguas donde se celebró el funeral por Erika Ortiz
El funeral, celebrado en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Somosaguas, contó con la presencia de la Reina Sofía y los Príncipes de Asturias además de multitud de vecinos que mostraron su apoyo a la familia Ortiz-Rocasolano.Desde las cuatro de la tarde, momento en que saltó la noticia de que el funeral en honor de Erika Ortiz se celebraría en la parroquia de Somosaguas, multitud de medios de comunicación y curiosos comenzaron a desplegarse en las inmediaciones del templo. La Policía Local acordonó las calles y comenzaron a retirar los vehículos más próximos.
Fueron más de cuatro horas después cuando los coches oficiales de la Casa Real llegaron al lugar y apareció la Reina Sofía acompañada por su hermana Irene de Grecia y la Infanta Elena. En un segundo vehículo llegaron los Príncipes de Asturias acompañados por los abuelos de la familia Ortiz-Rocasolano y siempre arropados por los respetuosos aplausos de los más de cuatrocientos vecinos concentrados en la calle.
En la escalinata de entrada a la iglesia se vivieron momentos de gran emotividad en los que los familiares y amigos de las familias se mostraron mutuo apoyo. Con el paso de aproximadamente cincuenta minutos la ceremonia llegó a su fin y, primero la Reina y después el resto de asistentes de la Casa Real, abandonaron el lugar ante los flashes de las numerosas cámaras y el, nuevamente respetuoso, aplauso de los vecinos concentrados.
Fueron más de cuatro horas después cuando los coches oficiales de la Casa Real llegaron al lugar y apareció la Reina Sofía acompañada por su hermana Irene de Grecia y la Infanta Elena. En un segundo vehículo llegaron los Príncipes de Asturias acompañados por los abuelos de la familia Ortiz-Rocasolano y siempre arropados por los respetuosos aplausos de los más de cuatrocientos vecinos concentrados en la calle.
En la escalinata de entrada a la iglesia se vivieron momentos de gran emotividad en los que los familiares y amigos de las familias se mostraron mutuo apoyo. Con el paso de aproximadamente cincuenta minutos la ceremonia llegó a su fin y, primero la Reina y después el resto de asistentes de la Casa Real, abandonaron el lugar ante los flashes de las numerosas cámaras y el, nuevamente respetuoso, aplauso de los vecinos concentrados.
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