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Peter Lord desvela los secretos de la animación con plastilina en su clase magistral

 

La hipoteca, la vivienda, la letra del coche o el trabajo se convierten en algunas de las preocupaciones del día a día de cualquier ser humano. Para el director y productor británico Peter Lord la animación con plastilina es lo que ocupa su pensamiento sin cesar. Durante la clase magistral impartida la tarde de ayer en el Mira Espacio Cultural de Pozuelo de Alarcón, el fundador de los estudios Aardman Animations desveló algunos de sus secretos profesionales a los cerca de 90 asistentes, en sus mayoría jóvenes impacientes por desarrollar su faceta más creativa en el mundo de la animación.

La conferencia se articuló en dos partes. En la primera, Lord habló de su recorrido en el mundo de la animación y de las principales dificultades que hubo de solventar al comenzar con la animación con plastilina, para lo que recurrió a varios cortometrajes de su filmografía que sirvieron para ilustrar sus palabras. La segunda parte se convirtió en un interrogatorio en el que los asistentes preguntaron al director de 54 años sus inquietudes.      

«El artista que mejor ha representado el amor entre pingüinos y personas sin parecer zoofilia», tal y como lo presentó Pablo Llorens en el preámbulo de la conferencia, aseguró que «no echo en falta la animación», a pesar de estar ligado últimamente al mundo de la producción. Sin embargo, minutos después matizó que prefiere trabajar con las manos y que su actual trabajo se encuentra ligado al aspecto creativo de la producción, al estímulo del proceso creativo.


Control absoluto del proceso

Tras la proyección de ‘Aardman Film’, un trabajo que vendieron a la British Broadcasting Corporation (BBC), y después de explicar los motivos que le llevaron a introducirse en el mundo de la plastilina, Lord enumeró las virtudes de esta sustancia moldeable. «En la animación por ordenador se pierden las etapas intermedias, algo que no ocurre con la plastilina», aseguró. Este control absoluto del proceso le permitió asegurar que no existen dos procesos iguales, además de la sensación de poder que este dominio conlleva, bromeó.          

No obstante reconoció que, con la plastilina, «la gravedad es tu peor enemigo», refiriéndose al peso de esta sustancia y a las dificultades que ello conlleva para mantener la figura en pie. En su película ‘The Amazing Adventures of Morph’ superaron esta adversidad creando una figura con una cabeza muy pequeña y unos pies enormes, unas proporciones que se fueron invirtiendo a medida que la confianza en sí mismo aumentaba, argumentó en medio de una carcajada general. Sin embargo, ante una pregunta de uno de los asistentes, Lord reconoció que ahora trabajan en animación gráfica por ordenador debido al escaso tiempo de que disponen para la realización de los trabajos (entre cinco y siete años).Pero si hay una parte del cuerpo fundamental en el mundo de la animación son los ojos. El recientemente nombrado Comandante del Imperio Británico aseguró que «toda la acción está en los ojos», de ahí su obsesión en la creación de unos ojos similares a los del ser humano. Escasas ayudas En el capítulo de reivindicaciones, el director y productor británico criticó las escasas ayudas económicas que recibe el cine independiente británico por parte del Gobierno de este país. Un hecho reciente, ya que como él mismo aseveró «a mediados de los años 80, el Gobierno financiaba el cine independiente». Hoy en día, «entre becas y ayudas puedes conseguir como mucho 10.000 libras», una cantidad irrisoria teniendo en cuenta que su última producción, ‘The Pearce Sisters’ del director Luis Cook, tuvo un coste cercano a las 200.000 libras.                

El punto final de la conferencia se acercaba, pero Lord no quería despedirse sin presentar a los asistentes a su amada Ginger, la gallina que le llevó al estrellato en la película ‘Chicken Run: Evasión en la granja’. Una figura de plastilina, excepto su cuerpo, realizado con silicona. Los collares que Ginger utiliza en la película sirvieron para disimular la unión de ambos materiales y permitieron que la gallina presentase un aspecto uniforme.               

Durante las dos horas que duró la conferencia, este cincuentón de pelo largo y canoso, con sus inconfundibles gafas redondas, hizo gala de un sentido del humor desbordante. Pero más allá de su apariencia, lo que le convierte en un ser excepcional son sus animaciones de plastilina. Él, junto a Nick Park, son los únicos animadores de toda Inglaterra en utilizar la plastilina. Por ello, el homenaje que le brinda la octava edición de Animadrid y los asistentes, que no tardaron en rodearle una vez finalizada la conferencia en busca de un autógrafo o de una breve conversación con un genio de la animación.

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