Con las 'Vacaciones en paz' 27 niños saharauis disfrutan del verano con familias de Pozuelo

Por decimoquinto año consecutivo, niños y niñas saharauis de 8 a 14 años residirán durante los meses de verano en los domicilios gracias a este programa y a la acción de la Asociación 'Bir Lehlu Pozuelo por el Sáhara' que busca alejar a estos niños de las penurias que acostumbran a vivir en su país.

La fiesta de acogida estuvo presidida por el Alcalde, Jesús Sepúlveda y el Subdelegado Saharaui en Madrid, Sidi Mohamed Ahmed, quienes rememoraron la Ceremonia de Hermanamiento que tuvo lugar hace dos meses en las dependencias municipales con la Daira de Bir Lehlu, informando que en breve se desplazará hasta Tindouf una Delegación Oficial de Pozuelo para proceder a ratificar dicho Hermanamiento.

Ambos manifestaron su deseo de ver cumplido el sueño del programa `Vacaciones en paz´, y que para los niños saharauis deje pronto de ser necesario, porque eso querrá decir que se ha conseguido la Paz en estos territorios, tarea  difícil que se intenta llevar a cabo desde la descolonización y el reclamo de su independencia. Este proyecto solidario pretende dar a los niños saharauis, la posibilidad de convivir con otros niños y llegar a tener otra imagen del mundo, distinta de las que les aporta su realidad cotidiana en el desierto, además de la realización de un reconocimiento médico, ya que, la dureza de las condiciones de vida en los campamentos, el clima extremo que sufren, la alimentación deficiente y las condiciones de higiene insuficientes son la causa de la mayoría de sus enfermedades.

Tras los discursos y la foto oficial en el Claustro Toledo, junto a la placa que recuerda el día 23 de abril de 2008, fecha de la firma del hermanamiento saharaui, los niños disfrutaron de una hora de ocio y diversión con payasos y magos que les amenizaron en el Claustro Segovia y donde terminaron cogiendo los micros y cantando canciones tradicionales saharauis y españolas al ritmo de un tambor.

Además del aspecto sanitario, los niños saharauis tienen por primera vez la visión de lo que nosotros llamamos sociedad desarrollada y el conocimiento de cosas tan básicas como pueden ser el agua potable de un grifo, que nada tiene que ver con la del camión cisterna que ellos beben; tienen la posibilidad de conocer y disfrutar de elementos tan sencillos como un cuarto de baño, una piscina, una bicicleta, un coche y tantas otras cosas que su situación actual les prohíbe disfrutar.