La jornada festiva del día 8 despierta a cientos de vecinos para la chocolatada y los encierros
El cuarto día de las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Consolación de Pozuelo de Alarcón ha reunido desde primera hora a cientos de pozueleros que se han acercado hasta la Plaza de Toros de la Plaza de las Américas para desayunar un estupendo chocolate con churros mientras esperaban a que el encierro chiqui y el encierro tradicional diese comienzo. A este encuentro han acudido el concejal de Participación, Carlos Ulecia, el de Deportes, Ignacio Costa, la de Cultura, África Sánchez y el Alcalde, Jesús Sepúlveda.
A las ocho de la mañana estaba programado que diese comienzo la chocolatada en la Plaza de Toros de la Plaza de las Américas. A medida que pasaban los minutos eran cada vez más las personas que se agolpaban en las inmediaciones de la plaza de toros haciendo cola para poder disfrutar de un delicioso chocolate caliente acompañado de una ración de cinco churros. Familias al completo se despertaron para desayunar y coger fuerzas para poder correr los encierros que tuvieron lugar después del desayuno.
A las nueve de la mañana con el sonido de un cohete comenzó el Encierro Chiqui para los más pequeños. El recorrido tuvo lugar en la Calle Doctor Cornargo, organizado por la Peña 6 y ½ en colaboración con el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Los cientos de niños que corrieron el encierro tuvieron que esforzarse porque los cuatro toros conducidos por miembros de la Peña 6 y ½ no les pillasen desprevenidos. Muchos de ellos descendían la calle con caras de pánico de las manos de sus padres mientras que otros corrían sin miedo alguno sabiendo que no eran toros de verdad.
Tras el Encierro Chiqui la gente comenzó a pasar al interior de la Plaza de Toros a la espera de que el Encierro Tradicional comenzase. A las diez de la mañana y con el sonido de tres chupinazos, cientos de mozos pozueleros corrieron a lo largo de la Calle Doctor Cornargo hasta llegar a la Plaza de Toros. La corrida tuvo lugar sin incidentes según han informado los miembros del S.E.A.P.A, Servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Pozuelo de Pozuelo de Alarcón.
Una vez dentro de la plaza, que estaba llena al completo, los pozueleros pudieron disfrutar al compás de la música viendo casi una hora a los mozos recortando los toros. Los astados salieron muy bravos al principio, pero ninguno de ellos produjo ningún accidente, únicamente pequeños sustos en algunos de los momentos en que los corredores estaban algo despistados en el centro de la plaza. Lo que sí quedó claro a lo largo de toda la jornada taurina para aficionados es que para algunos el arte del toreo no queda sólo para los profesionales, con su demostración de recortes dejaron el pabellón pozuelero bien alto, algunos arriesgaban tanto que en alguna ocasión la plaza lanzó al unísono algún 'olé' tan típico en estas fiestas.
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