Domingo intenso en las sedes de los grandes partidos
Los políticos ya han votado y la expectación es clara ante unas elecciones que comprometen la estabilidad del partido gobernante, así como el liderazgo de Mariano Rajoy en el seno del Partido Popular. Los medios son muy conscientes de ello y, desde las 18:30 horas, centenares de periodistas empiezan a llenar las sedes de Ferraz y de Génova. Diario de Pozuelo estuvo allí.
En la sede del Partido Popular, 350 periodistas acreditados empiezan a asentarse justo antes de que lleguen las primeras noticias: el PP ha demandado a la emisora ‘Los cuarenta principales’ por «supuesta petición del voto para el PSOE» y exigen la retirada de todos los anuncios tanto en la Web como en las ondas.
Por otro lado, en la sede del Partido Socialista de la calle Ferraz los medios de comunicación bullen según se acercan las 20:00 horas. La emisora de radio COPE publica, según se cierran los colegios, un sondeo que corre de boca en boca y que da al PP por ganador con dos escaños de diferencia. La sala de prensa espera ansiosa la aparición de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE.
En Génova no tardan en llegar los principales implicados en las elecciones: sobre las 20:00 horas Mayor Oreja se dirige a su despacho después de un viaje relámpago desde Vitoria. Los simpatizantes también acuden para apoyar a su partido, se empiezan a ondear las primeras banderas y anuncian entre halagos la entrada de cualquier dirigente.
Participación
Finalmente, pasados unos minutos de las ocho de la tarde, Pajín comparece en rueda de prensa en la sede del Partido Socialista. Los datos de participación, en ese momento, no alcanzan el 45% –aunque a lo largo de la velada subirán hasta el 46%, lo que supera en seis centésimas la cifra de los comicios anteriores–.
La secretaria de Organización destaca «la normalidad con la que ha transcurrido la jornada electoral». La participación es «más baja, pero muy similar a la de hace cinco años». Frente a las preguntas de los periodistas, se niega a hacer valoraciones sobre los resultados hasta las 22:00 horas, cuando se harán públicos los escrutinios oficiales.
A partir de ahí, los medios se disgregan y mezclan con la multitud de simpatizantes que se agolpan en la cafetería de la sede y que discuten y comentan el posible discurrir de la velada. El movimiento de medios de comunicación crece según se acercan las diez de la noche, aunque los ajenos al periodismo no alcanzan en ningún momento un gran número.
Los primeros rumores circulan en Génova, todos respiran más aliviados ya que esperan una gran victoria y es el momento de las primeras declaraciones. Ana Mato se dirige al atril a las 21:00 horas para comentar los datos de participación, asegura una gran satisfacción y agradece a todos su colaboración, afirmando que «vamos a tener un magnífico resultado».
Antón López-Isturiz, secretario general del Partido Popular Europeo, afirma que «la familia popular en Europa ha destacado sobre el resto». A pesar de que los resultados no son oficiales, ya se prevé una diferencia de 60 escaños ante los socialistas en la Unión Europea –260 ante 200–. La victoria es contundente, sobre todo en países claves como Francia, Alemania e Italia. También reafirma el apoyo a la candidatura del portugués Durãu Barroso como presidente del Parlamento Europeo.
Resultados
Desde las diez menos cuarto, las conexiones en directo con los medios, las voces, las carreras, así como la presencia de simpatizantes van en aumento en ambas sedes, hasta que se retransmite la comparecencia de Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno, y Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, que ratifica que el PP gana las elecciones por dos escaños y 600.000 votos de diferencia.
Las salas de prensa burbujean y esperan ansiosas a cualquier portavoz que haga la esperada valoración. Un gran número de representantes socialistas sale en Ferraz a escuchar a la que enseguida comparecería. De nuevo la directora de campaña y secretaria de Organización, Leire Pajín, subirá al estrado para felicitar al PP por la victoria.
Pajín agradece a los ciudadanos socialistas su voto. Asegura que el resultado ha sido «relativamente positivo, pues no refleja una derrota contundente, y deja al PSOE como el primer partido socialista de Europa» lo que, en realidad, es una triste noticia para la izquierda europea más que un triunfo español. Aún así, no quiere interpretar los resultados, sino que espera a la valoración de la Comitiva Ejecutiva Federal, que se celebrará al día siguiente.
El caos y la alegría inundan la sede popular, los abrazos y las felicitaciones se suceden entre los simpatizantes, mientras que los periodistas están pendientes de dónde será el próximo discurso. Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja prefieren dirigirse directamente ante todo su público desde el palco de Génova. La multitud espera bajo gritos de ‘socialista el que no bote’, ‘Zapatero dimisión’ o ‘Mariano presidente’. Las banderas del PP y Europa se contonean entre saltos, unas 300 personas cortan el paso del tráfico y la policía vigila tratando de mantener el orden.
Por otro lado, la mitad de la prensa que cubre la sede de Ferraz abandona la sala antes de que Pajín termine de hablar, pues corre el rumor de que López Aguilar va a aparecer en otro piso. El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, lleva horas en la sede, pero nadie sabe si finalmente comparecerá. Un centenar de simpatizantes se agolpan en la sede, donde va juntándose gran parte de la plana del PSOE: allí están Jiménez, Aído, Moratinos, Blanco, Salgado, Álvarez, Zerolo, Madina…
Por fin llegan las esperadas declaraciones en Génova, repletas de agradecimientos y reafirmando su nueva posición. «Hemos ganado las elecciones», repiten los dos dirigentes. Aseguran que ha sido el mejor resultado en unas elecciones europeas –aunque han perdido un escaño, España tiene menos parlamentarios en Europa por la adhesión de nuevos países–. Los saludos finales marcan el inicio de un nuevo periodo para Mariano Rajoy, que disipa este 7 de junio toda duda acerca de su liderazgo.
En Ferraz se reparten las banderas con peticiones de «que no se nos vea tristes, que no se nos vea tristes». Con gran expectación y tarareando el himno del partido, se recibe a López Aguilar, que agradece la confianza a los casi seis millones de españoles que les han votado. El candidato socialista asegura que acaba de felicitar a Mayor y muestra su compromiso por luchar con él por una Europa mejor.
Entre otras cosas, apela a las personas que están sufriendo la crisis, y añade que harán lo posible e imposible por ayudarles. A continuación, los socialistas se mezclan con los simpatizantes antes de abandonar la sala, donde la gente se queda con las ganas de ver a José Luis Rodríguez Zapatero, que no comparece a pesar de hallarse en el edificio.
En Génova, un pequeño incidente turba la festividad. Un grupo minoritario acude para revindicar los derechos de los inmigrantes. Se tienen que marchar rápidamente porque muchos simpatizantes populares se muestran agresivos. «No es el momento para estos actos», destaca un afiliado.
Coches y motos que ondean banderas azules celebran la victoria entre pitos, gritos y cánticos, acercándose hasta la sede socialista de la calle Ferraz para ondear las banderas populares. La celebración se asemeja a la de cualquier partido de fútbol. El Partido Popular ha ganado las elecciones.
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