La policía impide el ‘botellón’ en el parque de los altercados del domingo

Un equipo de la UIP dispersa a los jóvenes que intentaban congregarse en el mismo parque donde la semana pasada sucedieron los disturbios.

Ni disturbios, ni botellón. El último viernes de las fiestas de Pozuelo de Alarcón se ha cerrado sin tener que lamentar incidentes reseñables. Sólo unos pocos jóvenes trataron de aproximarse con bolsas llenas de bebida a la plaza donde la semana pasada tuvieron lugar los altercados. Un equipo de la Unidad de Intervención Policial de la Comunidad de Madrid –UIP-, mejor conocidos como ‘antidisturbios’, compuesto por dos furgones y 45 agentes, ha impedido que se realice la práctica del ‘botellón’ desde las primeras horas de la tarde, evitando así que se repitan los hechos de la semana pasada.

Además del equipo de la UIP, el Ayuntamiento de Pozuelo ha blindado la seguridad de las fiestas con un helicóptero policial, seis furgones de la Bescam, cuatro de Policía Nacional y cuatro de la Policía Local. Esto se suma al triple blindaje legislativo, que cuenta con la ley ya existente por parte de la Comunidad de Madrid, que prohíbe la práctica del botellón desde julio de 2002, además de dos ordenanzas municipales, una aprobada antes de las fiestas y otra con motivo de los altercados del sábado pasado. Los efectivos policiales inspeccionaban las bolsas de cualquier joven que caminase por el municipio, pidiéndole el DNI y, en el caso de encontrarse en el Camino de las Huertas, negándole el acceso. El lema que los agentes dirigían a los jóvenes en este fin de semana era: «Esta noche toca zumo, chicos».

Vecinos del municipio han confirmado a la redacción de Diario de Pozuelo que, así mismo, la Policía se situó a la salida de la estación de cercanías de Pozuelo, registrando a todos los jóvenes que llegaban con bolsas en sus manos. También se estableció un dispositivo de tres cordones de seguridad. Las mismas fuentes han confirmado que uno se situó en la rotonda de Montealina, en la carretera de Boadilla a Pozuelo. Una cinta delimitaba el perímetro donde los jóvenes solían realizar el 'botellón' en fiestas pasadas, con varios efectivos patrullando con constancia y numerosos carteles explicitando la prohibición de consumir alcohol. Las furgonetas de todos los medios de comunicación estuvieron presentes para ser testigos de lo que pudiera suceder en esta jornada de las Fiestas en Honor a la Virgen de la Consolación.

El Consistorio se ha visto forzado a tomar estas medidas por miedo a que se repitan los incidentes. Varios medios han advertido la intención de determinados grupo de jóvenes de repetir los disturbios, promoviendo la violencia desde las redes sociales. Pero a la hora en la que se cerraron ayer las atracciones de la feria, las 00:30, sólo había un grupo de jóvenes en los aledaños del recinto ferial, y no parecían con intenciones de enfrentarse al dispositivo de seguridad.